Actividad física en el embarazo

La mujer tiene el privilegio de ser cocreadora de la vida; su cuerpo y su ser están diseñados para alojarla, protegerla, fomentarla y procurar su crecimiento. El vientre femenino tiene la dicha de convertirse en el lugar donde se moldea la vida de un ser humano, por esto es tan importante que ese “molde” se mantenga sano y en condiciones óptimas para cumplir su función.

El cuerpo humano está construido para el movimiento, y es en el movimiento donde se conserva saludable y eficiente. La condición de embarazo no es una excepción; también se beneficia de la actividad física como parte esencial para mantener sano el “molde de la vida”.

Actividad física en el embarazo

El embarazo es una condición maravillosa y privilegiada que solo las mujeres pueden experimentar. Durante estos nueve meses, la función esencial es formar un nuevo ser humano, por lo tanto, todas las acciones alrededor de la mujer embarazada deben centrarse en proteger y cuidar a quien se desarrolla en su vientre.

La buena alimentación, la hidratación, el descanso, un ambiente positivo y la actividad física son pilares fundamentales para el bienestar de la madre y para el desarrollo saludable del bebé.

Actividad física durante el embarazo

La actividad física en la mujer embarazada aporta grandes beneficios tanto para ella como para el feto, siempre que se realice de manera adecuada, con objetivos claros orientados a favorecer el desarrollo del bebé y a contribuir con la madre durante el proceso de parto.

Los cambios fisiológicos del embarazo son múltiples: metabólicos, bioquímicos, anatómicos, funcionales, emocionales y conductuales. Aunque muchos de estos cambios son esperados y naturales, su magnitud puede representar una carga fisiológica importante, especialmente si se combinan con otros factores como la edad materna, embarazos previos o condiciones de salud preexistentes.

Cambios fisiológicos más importantes

Entre los cambios más relevantes se encuentran los cardiovasculares y endócrinos. El volumen sanguíneo puede aumentar hasta en medio litro, y cerca del 25% de esta sangre adicional se redistribuye a la piel, mamas y riñones.

El gasto cardíaco puede incrementarse hasta un 50% entre las semanas 16 y 20, llegando a niveles necesarios para una adecuada circulación materno-placentaria. Además, la frecuencia cardíaca materna aumenta entre 12 y 20 latidos por minuto.

También se presentan cambios digestivos, dérmicos, respiratorios, hormonales y musculoesqueléticos, todos necesarios para sostener el embarazo.

¿Por qué la actividad física ayuda?

La actividad física facilita que la mujer se adapte mejor a todos estos cambios fisiológicos. Antes de iniciar un programa de ejercicios, la mujer embarazada debe contar con autorización de su ginecólogo.

Recomendación de la OMS:
Las mujeres embarazadas deben realizar al menos 150 minutos de actividad física aeróbica moderada por semana.

Beneficios de la actividad física en el embarazo

  • Reduce riesgo de preeclampsia, hipertensión gestacional y diabetes gestacional.
  • Previene el aumento excesivo de peso.
  • Mejora la salud cardiovascular y la resistencia física.
  • Alivia dolor de espalda, hinchazón y malestar general.
  • Mejora el estado de ánimo y reduce estrés y ansiedad.
  • Facilita el trabajo de parto gracias a la mejora de flexibilidad y respiración.

El yoga como aliado en el embarazo

El yoga fortalece el tono muscular y las articulaciones para soportar el aumento de peso, mejora el control del suelo pélvico, reduce el riesgo de desgarros e incontinencia, y disminuye estrés y ansiedad. Además, practicarlo en grupo fomenta la interacción social y mejora significativamente el estado emocional.

Las sesiones deben adaptarse a cada mujer y no se recomienda iniciar después de la semana 12 si no se practicaba actividad física previamente.

Buenas prácticas

  • Hacer alguna actividad física siempre es mejor que no hacer nada.
  • Incluso pequeñas cantidades aportan beneficios.
  • Comenzar con baja intensidad e incrementar progresivamente.
  • Ejercitar el suelo pélvico diariamente para prevenir incontinencia.

Conclusión

El embarazo es el período más importante para la formación de la vida humana. La actividad física adecuada promueve un desarrollo fetal saludable y contribuye al bienestar materno. Cuidar el “molde de la vida” debe ser una prioridad, fomentando el movimiento seguro durante esta etapa tan especial.

Dr. Juan Carlos I. Vargas Barneond Médico especialista en Medicina Deportiva, Máster en Salud Pública.

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