Pérdida de la agudeza visual y auditiva en la etapa mayor.
Conocidos como déficit sensorial de tipo auditivo y visual, ambos hacen referencia de manera independiente a la disminución o pérdida de uno o ambos órganos funcionales tanto de la audición como la visión.
Además, ambos déficits hacen alusión a síndromes geriátricos ya que intervienen en los circuitos bio-psico y social desencadenando una dificultad en la comunicación como en las relaciones.
Los avances en las condiciones socioeconómicas como de salud se han incrementado a nivel mundial, pero las alteraciones de la salud en el adulto mayor siguen aumentando, siendo las alteraciones auditivas las más frecuentes.
Este déficit lastimosamente influye grandemente de manera negativa en los adultos mayores debido a que altera la comunicación, afecta el estado de ánimo y la participación social, lo que hace que la persona se aísle con el tiempo hasta llevarlo a un estado depresivo.
Presbiacusia: es la pérdida de la audición relacionada con la edad.
El incremento del envejecimiento a nivel mundial y la prevalencia de la pérdida de la audición entre los 60 y 75 años prevé que, más del 70% son mayores de 65 años.
Las causas son multifactoriales y otras del propio envejecimiento como el uso de algunos fármacos, traumas acústicos, enfermedades crónicas (ERC, DM, HTA, déficits vitamínicos) y algunos datos genéticos.
Uno de los problemas principales es la falta de interés por ir al especialista ya que la sordera y presbiacusia se relaciona con el propio envejecimiento en sí. Por otro lado, la depresión es un problema de salud mental frecuente en el adulto mayor hasta de un 1.8%, mientras que la prevalencia se ve incrementada hasta que estos presentan síntomas marcados, y más aún cuando el adulto mayor está institucionalizado hasta más de un 13.5%.
Paralelamente, el déficit visual también incrementa los síntomas depresivos en el adulto mayor; su incidencia incrementa cuando el problema es mayor a corta distancia ya que las caídas se dan más frecuentemente ocasionando una posible fractura que puede llevar a la muerte del adulto mayor.
El déficit sensorial de tipo visual en el adulto mayor desfavorece a los mismos ya que también están relacionados con la vejez y con el uso de fármacos, tabaquismo, queratosis posterior a cirugía de cataratas, los cuales generan daño en la parte anterior del humor vítreo, problemas de retina y estadios de ceguera.
Los cambios epidemiológicos modifican las causas de discapacidad visual y ceguera en el adulto mayor. El envejecimiento poblacional y los déficits en otros órganos en el adulto mayor posibilitan la presencia de adquirir un déficit visual y posteriormente llegar a la ceguera, además, la presencia de una afección sistémica puede incrementar el daño desde el punto de vista sensorial, motor, cognitivo e incluso comportamental.
Las cataratas y el glaucoma siguen siendo las principales causas de discapacidad visual y ceguera sin perder de vista la diabetes y los procesos neurológicos de la vejez.
Dra. Ana Elsy Bondanza. Médico geriatra.