Seguir en movimiento, el camino hacia el bienestar en la artrosis de los adultos mayores.
Cuando hablamos de un problema tan común del que todos escuchamos alguna vez debemos preguntarnos, ¿sabemos lo que es realmente la artrosis? Y la respuesta es que sabemos algunas cosas, pero hasta los más expertos en el tema aún siguen descubriendo mucho más acerca de esta compleja enfermedad.
La artrosis también llamada osteoartrosis, artrosis degenerativa es un problema común, según la OMS en 2019, alrededor de 528 millones de personas en todo el mundo tenían artrosis; un aumento del 113% desde 1999. La artrosis ocurre cuando el cartílago que recubre las articulaciones se desgasta con el tiempo, provocando principalmente dolor, rigidez, crujidos e inflamación en las articulaciones afectadas.
La artrosis afecta principalmente a personas mayores, pero también puede afectar a personas más jóvenes. A medida que envejecemos, nuestros cuerpos experimentan desgaste natural, y las articulaciones pueden sufrir este proceso. Aunque no tiene cura, entender la artrosis y manejarla adecuadamente puede ayudar a mejorar la calidad de vida.
¿Cuáles son los síntomas de la artrosis?
Principalmente dolor en las articulaciones, que a menudo empeora al moverse. También puede haber hinchazón y sensación de rigidez, especialmente por la mañana o después de períodos de inactividad. A medida que progresa, la artrosis puede limitar la capacidad de realizar actividades cotidianas, como caminar, subir escaleras o agarrar objetos.
¿Quiénes tienen más riesgo?
Varios factores aumentan el riesgo de desarrollar artrosis. El envejecimiento es un factor importante, ya que con el tiempo, el desgaste en las articulaciones se vuelve más probable. Las lesiones anteriores, como fracturas o esguinces, también pueden aumentar el riesgo. La genética también juega un papel; si tienes familiares con artrosis, es posible que tengas más probabilidad de desarrollarla. El exceso de peso también es un factor de riesgo, ya que aumenta la presión sobre las articulaciones, especialmente las de las rodillas y las caderas.
¿Cuáles son las articulaciones más afectadas?
La artrosis puede afectar diferentes articulaciones, pero algunas son más propensas a sufrir este desgaste. Las rodillas, caderas, manos y columna vertebral son las áreas más comúnmente afectadas. Las rodillas y caderas son articulaciones de carga, lo que significa que soportan más peso y están más expuestas al desgaste con el tiempo. Las manos también pueden ser afectadas, especialmente las articulaciones de los dedos, lo que puede dificultar actividades simples como escribir o agarrar objetos pequeños. La columna vertebral, en particular la zona lumbar y cervical, también puede experimentar artrosis, causando dolor y limitando la movilidad.
El tratamiento de la artrosis implica abordar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Aquí hay algunos consejos prácticos a tomar en cuenta:
■ Muévete: Realiza ejercicios suaves y de bajo impacto, como nadar, caminar o andar en bicicleta, para fortalecer los músculos y mejorar la movilidad de las articulaciones.
■ Controla tu peso: Mantener un peso saludable reduce la presión sobre las articulaciones, especialmente las de las rodillas y las caderas. La pérdida de peso puede aliviar el dolor y mejorar la función articular.
■ Cuida tus articulaciones: Evita actividades que pongan demasiada presión en las articulaciones. Usa métodos ergonómicos para realizar tareas diarias y considera el uso de dispositivos de asistencia, como bastones o zapatos cómodos.
■ Terapia física: La fisioterapia puede ser beneficiosa para aprender ejercicios específicos que fortalezcan los músculos alrededor de las articulaciones y mejoren la flexibilidad.
■ Medicamentos: Consulta a tu médico sobre medicamentos para el alivio del dolor y la inflamación, sigue las indicaciones médicas y evita la automedicación particularmente con productos “milagrosos” (Artriking, AjoKing) que tienen ingredientes ocultos que dañan tu salud.
■ Calor y frío: Aplica compresas calientes para aliviar la rigidez y el dolor. Las compresas frías pueden ser útiles para reducir la inflamación. Alterna entre ambas según sea necesario.
■ Suplementos y dieta: Considera tomar suplementos como glucosamina, condroitina, cúrcuma que se cree que ayudan a mantener la salud del cartílago.
■ Manejo del estrés: El estrés puede agravar los síntomas de la artrosis. Practica técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, para reducir el estrés y mejorar tu bienestar general.
■ Consulta regular con tu médico: Mantén una comunicación abierta con tu médico para evaluar tu progreso y ajustar el plan de tratamiento según sea necesario. Informar cualquier cambio en tus síntomas de inmediato.
■ Educación y apoyo: Aprende más sobre la artrosis y participa en grupos de apoyo. Comprender la enfermedad puede ayudarte a tomar decisiones informadas sobre tu tratamiento y manejo diario.
Recuerda que cada persona es única, y el tratamiento de la artrosis puede variar según las necesidades individuales. Siempre busca el asesoramiento de profesionales de la salud para recibir orientación personalizada sobre tu situación específica.
Puedes obtener más información sobre esta enfermedad en: https://medlineplus.gov/spanish/osteoarthritis.html
Dr. Carlos Alberto Araya Peña. – Reumatólogo-internista