Trastornos metabólicos y hormonales en la vejez.
Para entender qué son los trastornos hormonales debemos antes comprender que son las hormonas y cómo estas funcionan en el cuerpo humano; las hormonas son mensajeros químicos que controlan muchas funciones importantes en nuestro cuerpo, desde el crecimiento y el desarrollo hasta el metabolismo y la reproducción. Las hormonas nacen en distintas glándulas, por ejemplo, el páncreas como glándula produce hormonas entre ellas la insulina, esta se produce al detectar aumentos de glucosa en sangre; entonces la insulina como mensajero químico se comunica con el músculo, el hígado y tejido graso para que capturen y procesen la glucosa, transformándola en energía y guardando en reservas en forma de glucógeno o grasa para posteriormente ser utilizada; esta función importante del páncreas contribuye al metabolismo energético del ser humano. El conjunto del funcionamiento de las glándulas y sus hormonas es llamado sistema endócrino.
A medida que envejecemos, la producción de hormonas de nuestro cuerpo sufre cambios, y si existen factores hereditarios de enfermedades metabólicas también puede expresarse en esta etapa de la vida. Esto puede causar una serie de cambios en nuestro cuerpo, algunos de los cuales pueden ser incómodos o incluso molestos. En delante veremos los principales trastornos hormonales del sistema endócrino, su importancia en la detección oportuna y algunas recomendaciones del estilo de vida que pueden ayudarnos a prevenir estas alteraciones.
1. Síndrome metabólico: es un grupo de afecciones que incluyen presión arterial alta, niveles altos de azúcar en sangre, niveles altos de colesterol y triglicéridos, y exceso de grasa abdominal. Este síndrome al igual que la diabetes puede concluir en la obstrucción de las arterias, llevando a aumento de riesgo de infarto en el corazón, cerebro y pies, siendo los lugares más frecuentes afectados. El síndrome metabólico puede ser heredado y si la persona tiene exceso de peso la detección debe ser desde la infancia con controles regulares. La prevalencia de esta enfermedad está en crecimiento encontrándose en población latinoamericana entre un 20 a 25% de la población.
2. Osteoporosis: es una enfermedad que debilita los huesos, haciéndolos más frágiles y propensos a romperse. Esto puede ocurrir en cualquier hueso del cuerpo, pero las fracturas más comunes se producen en la cadera, la columna vertebral y la muñeca. El estudio de detección de esta enfermedad es la densitometría de columna y cadera que debe realizarse toda mujer arriba de los 65 años y todo hombre arriba de los 70 años, existen también recomendaciones específicas de detección en otros momentos que ponen en riesgo al hueso de osteoporosis, como el uso de medicamentos esteroides por más de 3 meses (las fracturas pueden llegar a presentarse hasta en un 17% de la población luego de un año de consumo de esteroides), padecer de diabetes mellitus por más de 5 años o menopausia temprana; las fracturas por osteoporosis son muy incapacitantes y están asociadas a mortalidad por ello prevenir esta enfermedad es fundamental. Las mujeres tienen un aumento de la mortalidad del 12 al 20% durante los 2 años posteriores a una fractura de cadera.
3. Menopausia: es la ausencia de menstruación durante 12 meses consecutivos, debido a cambios hormonales como son disminución de estrógeno y progesterona que puede causar una variedad de síntomas, como sofocos, sequedad vaginal, cambios de humor, insomnio y pérdida de masa ósea, aumento de peso, cambios en la piel y el cabello, y problemas de memoria y concentración. Si los síntomas son muy acentuados por la pérdida de estrógenos estos también se asocian a patologías como elevación de grasas en sangre y mayor propensión de enfermedades cardiovasculares, y mala calidad de vida; si la menopausia es temprana, antes de los 45 años aumenta el riesgo a futuro de fracturas de los huesos por osteoporosis, por ello reportar todos estos síntomas con tu médico al momento del aparecimiento será importante para prevenir estas enfermedades resultantes de la deprivación de estrógenos, y por su puesto mejorar la calidad de vida.
4. Sarcopenia: ocurre en aproximadamente el 6-22% de los adultos mayores, esta es una enfermedad caracterizada por la pérdida de masa muscular y fuerza. Afecta principalmente a personas mayores, pero también puede afectar a personas de cualquier edad que no hagan suficiente ejercicio o que tengan ciertas enfermedades. Las situaciones predisponentes son: falta de ejercicio, algunas enfermedades, como la artritis reumatoide, la osteoporosis, cáncer, y desnutrición —no comer suficientes calorías o proteínas puede conducir a la pérdida de masa muscular—; los síntomas son debilidad muscular, fatiga, dificultad para realizar actividades cotidianas, caídas frecuentes, pérdida de peso. De presentarse estas alteraciones habrá que realizar pruebas médicas físicas y herramientas diagnósticas como bioimpedancia para su detección.
5. Hipogonadismo masculino: esto se debe a la secreción disminuida de testosterona por los testículos en el hombre, luego de los 50 años el riesgo aumenta significativamente expresándose como disminución del deseo sexual, disfunción eréctil, infertilidad, fatiga, depresión, pérdida de masa muscular, aumento de la grasa abdominal, osteoporosis, el riesgo de síndrome metabólico también aumenta con la deficiencia de testosterona junto a las enfermedades cardiovasculares asociadas, viéndose afectada así la calidad y esperanza de vida.
Importancia en la detección de trastornos hormonales y metabólicos.
Todas estas alteraciones descritas tienen la característica de ser crónicas e iniciar con síntomas muy sutiles que cotidianamente las personas los hacen parte de sus vidas, el cuerpo logra adaptaciones sorprendentes, de tal manera que pueden pasar muchos años hasta que surge una complicación, que es más difícil de tratar o genera daños irreversibles. Cabe destacar que, estas enfermedades tienen tratamientos y su éxito depende de qué tan temprano se tomen acciones tanto preventivas como terapéuticas de mantenimiento.
Recomendaciones preventivas para su estilo de vida.
Hay una serie de cosas que pueden realizarse para prevenir los trastornos metabólicos en la vejez, aquí detallo algunas:
Mantenga un peso saludable. Si tiene sobrepeso u obesidad, perder del 5 al 10 % de su peso corporal actual tendrá resultados positivos en su salud.
Coma una dieta saludable. Una dieta saludable para el síndrome metabólico incluye muchas frutas, verduras y cereales integrales. También debe limitar las grasas saturadas, las grasas trans, el colesterol y el sodio.
Haga ejercicio con regularidad. Intente realizar al menos 30 minutos de ejercicio de intensidad moderada la mayoría de los días de la semana. Esto podría incluir actividades como caminar, andar en bicicleta, nadar o bailar y agregar al menos 3 veces a la semana ejercicio de resistencia, sea con herramientas con peso extra o con su propio peso.
Duerma lo suficiente. La mayoría de los adultos necesitan alrededor de 7-8 horas de sueño por noche. Cuando no duerme lo suficiente, puede aumentar su riesgo de enfermedades metabólicas.
Controle el estrés. El estrés puede aumentar su riesgo de enfermedades metabólicas. Encuentre formas saludables de controlar el estrés, como ejercicio, técnicas de relajación o pasar tiempo con sus seres queridos, y consulte con un especialista en salud mental, verá que hay estrategias y técnicas simples de realizar si están bien orientadas por estos profesionales.
No fume. Fumar aumenta su riesgo de desarrollar enfermedades endócrinas y otras enfermedades crónicas. Si fuma, dejar de fumar es lo mejor que puede hacer por su salud
Limite el consumo de alcohol. Beber demasiado alcohol puede aumentar su riesgo de desarrollar trastornos hormonales y daño al hígado.
En conclusión, los cambios hormonales están ligados a la edad naturalmente, y en la vejez pueden acentuarse estos cambios llevando a alteraciones con repercusiones en la calidad de vida, por ello es de suma importancia prevenir con estilos de vida saludables y tener un futuro con menos probabilidad de enfermedades. Siempre que aparezcan nuevos síntomas se deben reportar a su médico, no subestime cualquier anormalidad que vaya percibiendo a medida aumenta la edad, la tendencia de normalizar síntomas con la edad es un error muy frecuente, ser adulto mayor no significa sufrir enfermedades que pueden ser tratables y prevenibles.
Dr. Manuel Zometa. Internista endocrinólogo.