Control de enfermedades crónicas.

Quiero contar en esta ocasión, desde cuando comencé a tener hipertensión y diabetes.

Tuve diabetes gestacional durante el embarazo de mi último hijo, allá por marzo del año 2002, cuando me hicieron los exámenes en una consulta en el ISSS, me salió alta el azúcar, por primera vez; luego de eso me hicieron chequeos mensuales, con el control del embarazo, pero solo me salían ligeramente elevados; en mi último control prenatal me dijeron que mi bebé estaba sentado y me ingresaron de inmediato para hacerme una cesárea; de allí en adelante me remitieron a medicina interna para llevar control, pasó el tiempo, me quedé sin empleo y ya no pude ir al seguro; irresponsablemente dejé de tomar los medicamentos para el azúcar y por problemas económicos ya no pude acudir a un doctor particular, ni me chequeé más o menos por un lapso de dos años.

Luego empecé a trabajar en OIM, y me exigieron unos exámenes de chequeo periódico, teniendo muy malos resultados en ellos, por lo cual, me pusieron en control nuevamente. En el área de finanzas, el trabajo es muy estresante, exigente y hasta agotador, estuve en control en otras clínicas, pero no mejoré mucho, yo lo sentía, no mejoraba; un día en un almuerzo comenzamos a platicar sobre las enfermedades que padecemos algunas personas ya adultas, y una compañera y amiga me dijo que ella había encontrado una clínica que si la había convencido y que había mejorado su salud grandemente; inmediatamente le pedí el nombre y número del doctor Carlos Chávez y González, y me dijo “vaya a donde el doctor Chávez, y ya va a ver, hay me cuenta”. Así fue, llamé, hice la cita, y se llegó el día, estaba nerviosa pues no sabía cómo me iba a ir, fui acompañada por mi hijo Rodrigo, y desde que entramos en la clínica tuve una sensación de tranquilidad que hasta hoy, casi 7 meses después sigo sintiendo; y mejor aún porque ya tengo confianza, todos me atienden con mucha amabilidad, respeto y hasta cariño podría decirse. En la consulta con el doctor Chávez, inicié hablándole de mis padecimientos y contándole que mi trabajo era muy demandante y estresante, le mencioné una por una todas mis obligaciones, y que yo nunca decía no a todo lo que me exigían y hasta lo que no me tocaba; él solo me escuchó, y luego comenzó a hacerme sugerencias de cómo podría abordar cada una de las situaciones sin afectar mi trabajo sino al contrario mejorarlo y, por supuesto, lograr estabilizar mi salud que era lo más importante. Pues como le dije agradezco a Dios por tener trabajo, y le ruego que me dé salud porque tengo una madre e hijos que cuidar, pero sé que para eso debo atenderme y cuidarme yo primero. Fue tal la tranquilidad y confianza que sentí, que le dije “le prometo que voy a tratar de hacer eso, a ver si puedo, porque la gente es tan sin pena y hasta haragana que no van a querer tomar sus responsabilidades”; la siguiente semana que fui al trabajo, comencé poco a poco a hacer lo que me había sugerido el doctor y no ha sido tan fácil porque todo el mundo estaba acostumbrado a que yo les hiciera el trabajo, no les gustó mucho, pero lo he ido logrando. Las siguientes consultas han sido de beneficio para mi salud y para mi vida, muestra de ello es que, con el control y los exámenes de laboratorio periódicos que tengo con el doctor hemos logrado disminuir un montón de pastillas que tomaba antes, mi presión arterial, mi peso, y mi diabetes están mucho mejor ahora. Por eso hoy cualquier otra persona que conozca que tenga padecimientos crónicos no dudo en recomendarle la clínica y laboratorios CCM, y con más razón al doctor Chávez quien con sus conocimientos y vocación médica, junto a su equipo ha contribuido a que mejore mi salud, mi persona y, por supuesto, las cosas en mi trabajo. Incluso mis seres queridos están muy contentos de que ahora ya esté mejor de salud, y es por ellos que seguiré cuidándome y aplicando las recomendaciones del doctor Chávez. Muchas gracias al doctor, a su equipo de trabajo y a esta revista por la oportunidad que me dan de poder expresar con mis palabras mi experiencia personal, tratando de incitar a otras personas que estén en este caso a buscar ayuda para mejorar su calidad de vida.