Reproducción y embarazo saludable.

En el siglo XXI la salud sexual y reproductiva continúa siendo un reto para cada nación, reducir la mortalidad materna es uno de los objetivos más urgentes. Según organismos de Naciones Unidas, cada dos minutos muere una mujer por complicaciones relacionadas con el embarazo o el parto (UNICEF). Concientizar a las familias sobre hábitos de vida saludable nos ayudará a tener desenlaces positivos en la etapa reproductiva.

Si estás planeando ser mamá, empieza a cuidar tu alimentación, evita hábitos como el tabaco y el alcohol, ten una vida activa, y, sobre todo, prepárate varios meses antes para buscar el embarazo.

Son muchos los factores que influyen en la fertilidad tanto de causa femenina, masculina y mixta. Mencionaré los más importantes:

El peso:

Un índice de masa corporal inferior al normal (bajo peso o desnutrición), produce anovulación o amenorrea (ausencia de la menstruación), esto le suele pasar a mujeres que practican ejercicio en exceso como deportistas o con trastornos de la alimentación.

Por otro lado, si tienen sobrepeso, es decir, que el índice de masa corporal es mayor al normal, es posible que sufran de alteraciones en el ciclo menstrual, baja posibilidad de lograr el embarazo, aumento en la tasa de abortos y riesgos asociados a la obesidad como la diabetes gestacional, preeclampsia, partos prematuros, entre otros.

La obesidad en hombres puede afectar la calidad seminal, debido a una reducción en el recuento espermático, baja movilidad de los espermatozoides y aumento de las alteraciones morfológicas.

La tasa de embarazo en mujeres con sobrepeso (IMC mayor de 25) u obesidad puede verse reducida hasta la mitad, tanto en la concepción natural como en un tratamiento de reproducción asistida. Además, la tasa de aborto también es mayor en estas mujeres.

Por otra parte, los niños nacidos de madres obesas también tienen mayor riesgo de mortalidad perinatal, anomalías congénitas y cardiovasculares, hipertensión, intolerancia a la glucosa y desarrollo de sobrepeso.

El tabaquismo:

Fumar dobla el riesgo de sufrir infertilidad. El humo del cigarrillo contiene químicos como la nicotina, el monóxido de carbono y el cianuro, los cuales tienen una alta repercusión en la salud reproductiva de las personas, ya que afecta directamente a la gametogénesis, es decir, la formación de los óvulos y los espermatozoides.

En el caso de las mujeres, fumar acelera la pérdida de ovocitos y disminuye la reserva ovárica, así como también, afecta la calidad de estos y acelera la menopausia. Asimismo, las mujeres fumadoras tienen un riesgo mayor de sufrir embarazos ectópicos y abortos espontáneos.

En los hombres, la calidad de los espermatozoides disminuye, lo que influye en la movilidad y capacidad de fecundación. El tabaco provoca daños en el ADN de los espermatozoides.

Por todo ello, el tabaco disminuye la posibilidad de embarazo tanto de forma natural como durante un tratamiento de reproducción asistida.

La mayoría de los efectos negativos del tabaco que afectan a la reproducción se invierten después de un año sin fumar, así que es recomendable dejar el tabaco mucho antes de planear el embarazo, no solo en el momento de conseguirlo.

Cabe mencionar que los efectos negativos del tabaco son mucho más graves sobre el feto si la mujer decide seguir fumando en el embarazo. El bebé puede sufrir retraso en el crecimiento, parto prematuro, trastornos respiratorios, muerte fetal intrauterina y muerte neonatal temprana.

El consumo excesivo de alcohol:

El alcohol es una de las sustancias de consumo más generalizado. Cada vez hay más estudios que relacionan el consumo de alcohol con disminución de la fertilidad tanto en hombres como en mujeres.

Entre los efectos nocivos que provoca el alcohol sobre la fertilidad, destacamos los siguientes:

●        Alteración del ciclo menstrual.

●        Alteración de la maduración ovocitaria.

●        Descenso de la calidad y la concentración espermática.

●        Aumento de las alteraciones en la morfología espermática.

●        Disminución importante de la tasa de fecundación e implantación.

●        Mayor riesgo de aborto.

Cabe destacar que el alcohol también está totalmente desaconsejado en el embarazo, ya que es dañino para el feto y le puede provocar defectos graves en su desarrollo, como el síndrome del alcoholismo fetal.

Otros factores:

El estrés.

Aunque su efecto pueda ser menos evidente, los altos niveles de estrés derivados de situaciones personales o profesionales pueden ser un motivo de infertilidad.

En cuanto a las mujeres, el estrés y la ansiedad que genera la frustración de no lograr el embarazo pueden influir negativamente en el éxito de los tratamientos de reproducción asistida.

De hecho, el estrés suele ser la principal causa por la que muchas parejas abandonan el proceso. Por ello, un buen apoyo psicológico es imprescindible en este tipo de tratamientos.

La edad.

Cada vez resulta más habitual retrasar la edad de ser madre, alejándose de la etapa de máxima fertilidad de la mujer, que se sitúa en torno a los veinte años. Llegado el momento, la edad juega un papel determinante: el potencial reproductivo de la pareja ha disminuido, y con él las posibilidades de embarazo.

Las mujeres nacen con un número limitado de óvulos, un millón aproximadamente. Esa cifra va disminuyendo progresivamente y, en la pubertad, se ha reducido hasta unos 300 000. Solo 300 de esos folículos serán ovulados durante los años reproductivos de la mujer. A partir de los 35 años la reserva ovárica disminuye rápidamente.

En @clinicaginesal recomendamos a las parejas que buscan el embarazo, comenzar hábitos de vida saludable, una buena alimentación y evitar el consumo de tabaco y alcohol de 4 a 6 meses antes de intentar el embarazo.

Las malas costumbres alimenticias y el consumo de alimentos poco saludables de forma rutinaria pueden retrasar la consecución del embarazo.

En ocasiones, un simple cambio en los hábitos alimenticios, dejar de fumar o beber con moderación puede ayudar a restaurar la fertilidad o bien acortar el tiempo de espera en conseguir un embarazo.

Por otra parte, realizar actividad física de manera moderada nos ayuda a eliminar el estrés, controlar nuestro peso y a sentirnos bien con nosotros mismos.

Embarazo saludable.

¿Cómo empezar a planear un embarazo?

Una vez que se ha decidido comenzar la búsqueda del embarazo, existen una serie de medidas a adoptar. Estas medidas tienen que ver con el estilo de vida y el entorno, te comentamos algunas de ellas:

  1. Se recomienda empezar a tomar suplementos de ácido fólico. Se ha demostrado que, la administración de suplementos de ácido fólico (solo o en combinación con otras vitaminas y minerales) tres meses antes de quedar embarazada disminuye significativamente la prevalencia de defectos del tubo neural en el feto.
  2. Si hay antecedentes de alguna enfermedad genética en la familia, la pareja debe buscar asesoramiento genético adecuado para valorar los riesgos.
  3. Mantener una dieta equilibrada, con frutas y verduras y pocas grasas saturadas.
  4. No fumar ni estar en ambientes con humo de tabaco. Evitar las bebidas alcohólicas y el consumo de otras drogas.
  5. Si la futura madre padece alguna enfermedad crónica debe consultar con su médico para que valore los riesgos potenciales que la enfermedad tiene para el embarazo, el feto y los asociados con su tratamiento.
  6. Y, procurar llevar unos hábitos de vida saludable, que consisten en cuidar la dieta y el peso, dormir lo suficiente y hacer ejercicio.

Un embarazo saludable es una de las mejores maneras de promover un parto saludable. Recibir atención prenatal desde temprano y con regularidad previene complicaciones e informa a la mujer sobre lo que puede hacer para evitar complicaciones.

Estos son algunos puntos para tener en cuenta durante el embarazo:

Atención prenatal.

Las mujeres embarazadas deben hacer una cita con su ginecóloga para empezar a recibir atención prenatal. Estas citas suelen incluir un examen físico, control del peso, análisis de sangre y estudios por imágenes como ecografías. Las citas prenatales también incluyen conversar sobre la salud de la madre y el feto, y contestar cualquier pregunta sobre el embarazo, se recomienda asistir a un mínimo de 8 controles prenatales.

Dieta sana y ejercicio.

Al recibir atención prenatal con regularidad, las mujeres pueden reducir su riesgo de complicaciones en el embarazo. Esto se logra en parte siguiendo una dieta saludable, haciendo ejercicio con regularidad según lo recomiende el profesional de la salud, manteniendo un peso saludable y evitando sustancias dañinas.

Vitaminas prenatales.

Para promover un embarazo saludable, se recomienda tomar diariamente vitaminas prenatales con 400 microgramos de ácido fólico. Se ha demostrado que el ácido fólico reduce en un 70% el riesgo de defectos congénitos del cerebro, la columna vertebral o la médula espinal. Estos defectos, llamados defectos del tubo neural, ocurren en el primer mes de embarazo, a menudo antes de que la mujer sepa que está embarazada. Las vitaminas prenatales contienen otras vitaminas que también son necesarias para la mujer embarazada y el feto en desarrollo.

“Pese a que el embarazo debería ser una etapa de enorme esperanza y una experiencia positiva para todas las mujeres, por desgracia sigue siendo una experiencia increíblemente peligrosa para millones de mujeres de todo el mundo que carecen de acceso a una atención de salud respetuosa y de alta calidad”, señaló el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Dra. Alicia Navarrete. Ginecóloga obstetra.