Sé tu propio influencer.

¿Qué es un influencer?
Es una persona que destaca en una red social u otro canal de comunicación, y expresa opiniones sobre un tema concreto que ejercen una gran influencia en la población que lo sigue.

Actualmente hay muchos influencers que son seguidos por miles de personas.

La tecnología nos hace más fácil la vida, los dispositivos hacen el trabajo por nosotros, a veces hasta demasiado, llegando al punto de no querer movernos y esto nos lleva al sedentarismo: pasar mucho tiempo sentado o acostado jugando, chateando, etc.

El cuerpo humano está hecho para moverse, y si no se mueve se enferma. Muy parecido a un aparato tecnológico que no se utilice.

¡Pues bien, queremos proponerte ser un influencer!

El más importante de ellos. Ya tienes tus seguidores, y tal vez no lo sabías, tus seguidores viven muy, muy cerca de ti; es más, viven dentro de ti. Sí, viven dentro de ti y te siguen desde antes de nacer; te nombraremos algunos de ellos: cerebro, hígado, páncreas, riñones, corazón, pulmones… y muchos más.

Eres su influencer porque todo lo que hagas o dejes de hacer influye en ellos, y cuando tu influencia es positiva te dan miles de likes, los like de la salud. Pero cuando tu influencia no es buena te dan: y se enferman, ¡te enfermas!

Como ves, tu papel de influencer de ti mismo es muy importante y, además, puedes influenciar con tu estilo de vida a tus amigos y a tu familia. Asimismo, el cuerpo humano está diseñado para el movimiento y de eso depende su buen funcionamiento, de que nos movamos y nos alimentemos bien. Movernos, lo podemos hacer de muchas maneras: haciendo ejercicio, jugando algún deporte, bailando… todas ellas son buenas.

¿Qué pasa con tu cuerpo cuando haces ejercicio?

Cuando empezamos a movernos más rápido de lo normal, porque estamos ejercitándonos, los músculos necesitan más energía y oxígeno; entonces el corazón y los pulmones se aceleran para captar más oxígeno y llevarlo por la sangre a todo el cuerpo. Dentro de las células se activan una gran cantidad de reacciones bioquímicas para producir energía, y tenemos 37.2 billones de células.

Es decir, que como influencer tendrás 37.2 billones de seguidores, ¡alegres y sanos!

Te contamos un poco más: en los primeros 30 segundos de ejercicio se activa un sistema energético de mucha intensidad, para ponernos en marcha. Luego, un segundo sistema se activa para darnos energía hasta los 3 minutos, momento en que el tercer sistema se pone en acción y nos mantiene en movimiento por mucho tiempo, hasta por varias horas, según hayamos entrenado.

El entrenamiento o ejercitarse frecuentemente hace que estos sistemas se hagan más eficientes, y así llegamos a la superación de nuestra capacidad.

Pues bien, cuando ya el cuerpo está en movimiento ocurren cosas espectaculares dentro de él. Sabías qué, ¿tenemos un sistema que regula la temperatura del cuerpo?, se llama sistema de termorregulación, y tiene que ver con el cerebro, que recibe la información de la temperatura corporal y da las órdenes para enfriar el cuerpo. Pero, ¿Qué es lo que ocurre?, la temperatura de los músculos y los órganos se eleva, y conduce ese calor a la sangre que transita por ahí; esta sangre se calienta y cuando llega a la piel, activa a las glándulas sudoríparas, causando que empecemos a sudar; cuando ese sudor se evapora sentimos una frescura agradable, y así el cuerpo se enfría y la sangre vuelve fresca a hacer su recorrido.

Cuando hablamos de ejercicio o deporte pensamos en músculos. Cierto, al ponernos en movimiento activamos nuestros músculos, ellos son los responsables de mover los huesos para que podamos trasladarnos y hacer lo queramos.

Pero los músculos no solo generan movimiento. Los músculos son una mina de oro. Los científicos han descubierto que los músculos activan más de 500 sustancias positivas para el cuerpo, y eso ocurre cuando hacemos ejercicio. Los músculos son casi la mitad del cuerpo, es como una enorme maquinaria que está en todo el territorio corporal, hace que nos movamos, y a la vez produce 500 mioquinas que interactúan con el cerebro, el corazón, el sistema de defensa, los huesos, el aparato digestivo, la respiración, el sistema nervioso, el sistema endócrino… todos los órganos del cuerpo. Y, además, los músculos crecen cuando nos ejercitamos, aumentando su capacidad de producir mioquinas.

El cerebro como centro de alto mando del cuerpo, participa muy activamente cuando nos ejercitamos.

Primero: controla todos y cada uno de los movimientos del cuerpo.

No es nada fácil y es maravilloso. Veamos un ejemplo; alguien está jugando básquetbol, la pelota viene hacia él, de frente, viene desde arriba y él está marcado por un rival, ¿Qué ocurre?, sus ojos ven venir la pelota y envían el mensaje: “viene la pelota desde muy alto, y tengo un rival marcándome”, el cerebro recibe el mensaje y determina que es un problema que hay que resolver.

El cerebro lo analiza y ve las opciones:

  • Me quedo parado.
  • Salto y atrapo la pelota.
  • Salto con los brazos abajo y dejo pasar la pelota.

El cerebro decide: salto y atrapo la pelota, pero también piensa, ¿Qué haré después?

  • Avanzo hacia el aro.
  • La paso al compañero que está a mi derecha.
  • La paso a mi compañero que está a mi izquierda.

El cerebro decide: avanzo hacia el aro.

Entonces el cerebro envía las órdenes a cada músculo para ejecutar la acción: —ojos, no dejen de ver la pelota—; —músculos del cuello y espalda, manténganse erguidos—; —músculos de las plantas de los pies, contráiganse para saltar—; —pantorrillas, tensen cuádriceps, contraigan isquiotibiales—; —relájense, músculos de los hombros y brazos, impulsen y luego elévense para atrapar la pelota—; —manos, listas para atrapar el balón—.

Cuánto tiempo transcurrió para que nuestro cuerpo detectara el problema, lo analizara, decidiera qué hacer y lo hiciera enviando la orden a cada músculo, ¡fue menos de un segundo, y en movimiento! 

Segundo: cuando nos ejercitamos el cerebro activa muchas sustancias positivas: las endorfinas y los factores neurotróficos derivados del cerebro.

Las endorfinas quitan el dolor, reducen la inflamación, quitan el hambre y la sed, y nos alegran, son euforizantes. Nos hacen sentir placer, por eso es que podemos pasar mucho tiempo jugando lo que nos gusta.

Los factores neurotróficos derivados del cerebro se encargan de darle la orden al corazón para que lata más fuerte, haciéndolo más eficiente; de hacer que el páncreas optimice su función y prevenga la diabetes, de hacer que las venas y arterias se dilaten para mejorar la presión arterial, que los pulmones sean más eficientes en su trabajo, que el cuerpo queme más grasa para mantenerse saludable, le dan la orden al cerebro para que aprenda más, despierta la imaginación, protege las neuronas y conserva la memoria.

¿Verdad que el cuerpo humano es maravilloso?

Todos los sistemas se integran: sistema nervioso central, sistema nervioso periférico, músculo esquelético, cardiovascular, sistemas energéticos, sistema endócrino, ¡todos!

Y lo mejor es, que cada quien tiene el comando para manejarlo. Cada quien decide cómo quiere tener la máquina de su cuerpo.

SALUD.

Todos hemos oído hablar y hablamos de la salud. Pero, nos preguntamos, ¿qué es la salud?

Una respuesta rápida y sencilla, acorde al enfoque que llevamos, sería: salud es tener los 37.2 billones de “likes” de mis seguidores cada día, es decir, el buen funcionamiento de mi cuerpo, lo que veo y lo que no veo de él.

Salud no es no estar enfermo. Salud es mucho más e involucra a todo nuestro ser: el cuerpo, la mente, el espíritu y la convivencia con los demás.

Pensemos que los seres humanos estamos parados en el centro de una gran balanza, tenemos un pie en un brazo de la balanza y el otro pie en el otro brazo. Estamos ahí manteniendo el equilibrio, si apoyo más peso en el lado izquierdo, la balanza se inclinará hacia ese lado, y viceversa. Algo parecido es nuestro bienestar, de un lado está la salud y de otro la enfermedad.

El bienestar es dinámico, no estático. Un día puedo estar más cerca de la salud y otro día más cerca de la enfermedad, se trata de un “proceso salud-enfermedad”.

¿De qué depende dónde me sitúo en la balanza del proceso salud-enfermedad?

De la satisfacción de las necesidades humanas fundamentales, que son: subsistencia, participación, protección, ocio, recreación, libertad, afecto, participación e identidad.

Depende de cómo tenga la persona de satisfechas estas necesidades, así estará más cerca o lejos de la salud.

En mi grupo de juego o deporte, satisfago algunas de estas necesidades: me identifico, tengo participación, recibo y doy afecto, me recreo, me siento protegido y seguro.

La salud es unidimensional, es decir, no se puede hablar únicamente de salud mental o de salud física, ya que las enfermedades afectan todo nuestro ser. No existen enfermedades exclusivamente mentales, físicas o sociales.

Veamos un ejemplo. La esquizofrenia es considerada una enfermedad mental, pero también involucra lo físico o biológico ya que se debe a alteraciones bioquímicas que se dan el cuerpo, asimismo, es social porque la persona que la padece no puede funcionar correctamente dentro de la sociedad.

Otro ejemplo: la gripe, una enfermedad que se considera biológica. Es cierto que se debe a una infección que causa los síntomas que conocemos, pero también altera la parte mental o psicológica porque nos sentimos mal, tristes, deprimidos o perturbados; además, influye en lo social, porque si tengo gripe no puedo salir de casa, no puedo ir a clases, a trabajar, a ver a la novia o a los amigos.

Un ejemplo más; el alcoholismo es considerado como una enfermedad social, pero también involucra y altera la parte biológica (hipertensión arterial, gastritis, cirrosis hepática, etc.) y, de igual manera, la parte social y familiar.

Normalmente se habla de salud mental y salud física. Ahora vemos que ambas están unidas, se unen y coinciden en cada persona, e influyen una en la otra.

La actividad física y el deporte ponen en acción todos los sistemas del cuerpo, todas las células del organismo y nos acercan mucho más a la salud.

Todas las reacciones que provoca el ejercicio van a favor de la salud, la parte mental (porque me divierto, me distraigo, afronto y supero retos, comparto con mis amigos, me siento alegre y vencedor), y la parte física porque activo a los millones de seguidores que tengo dentro de mi cuerpo; me siento muy bien, estoy bien, puedo estudiar, trabajar, jugar y funcionar con la familia y con los amigos. Estoy saludable.

COMBUSTIBLE.

La máquina del cuerpo necesita combustible para funcionar.

Otro factor importante para estar saludable es la alimentación y la nutrición, que no son lo mismo; alimentarse es llevar comida al estómago por medio de la boca, nutrición es que los componentes de esos alimentos se absorban en el intestino, llegando a todas las células del cuerpo.

Para estar saludable debemos comer muchas frutas y verduras, un arcoíris de frutas y verduras, porque a más colores en el plato, más nutrientes y más salud. Nos aconsejan comer cinco tazas de frutas o vegetales cada día. Esa es la cuota mínima, si puedes comer más, hazlo.

Debemos comer proteínas, que son las que construyen el cuerpo, pollo, pescado, carne, huevos.

Los carbohidratos son el combustible que necesitamos, el pan, cereales, legumbres, papas (no fritas), maíz, fruta, jugos de frutas. Debemos comerlos, pero, hay que tener precaución porque si los comemos en abundancia y no gastamos ese combustible se nos va a guardar como grasa en el cuerpo, y nos crecerán las “llantas y la panza”.

El exceso de azúcar es perjudicial, y sin darnos cuenta consumimos más azúcar de lo que creemos. Por ejemplo: un refresco de cola tiene 14 cucharadas de azúcar, ¡demasiada azúcar!, la cual no utilizamos y se nos acumulará en forma de grasa.

De igual manera, el consumo excesivo de grasa es perjudicial para el organismo, ingerimos mucha más grasa de lo que creemos cuando comemos las “boquitas” y muchas cosas fritas. La grasa en exceso también se acumulará en el cuerpo y nos hará daño.

AGUA.

¡Necesitamos agua para vivir! Tres cuartas partes del cuerpo es agua. El agua sirve para dar consistencia, para digerir los alimentos y llevar nutrientes a las células, desalojar los desechos, y mantener la temperatura normal del cuerpo.

¿Debemos tomar agua?, definitivamente ¡sí!, agua pura; las gaseosas, el té o el café no sustituyen al agua. Podemos tomar un té o café, pero no podemos dejar de consumir agua.

La recomendación es beber 4 litros de agua durante todo el día. Y, si haces ejercicio o hace mucho calor, más. Sin el agua el funcionamiento del cuerpo no es el mejor y tendremos consecuencias perjudiciales.

Nuestra orina debe salir clara, si el color de la orina es más oscuro es que está deshidratado y está sometiendo a los riñones a trabajos forzados, aumentando el riesgo de tener cálculos, y eso, ¡duele mucho!

DESCANSO.

El cuerpo humano es una máquina perfecta. El manual de uso del cuerpo humano dice que debemos descansar, tenemos que poner el sistema en stand by, en estado de hibernación todos los días; sí, me refiero a ¡dormir!, hay que hacerlo sin falta.

Es durante el sueño que el cuerpo se repone, se reconstruye y crece. Entre 7 y 8 horas es la dosis recomendada de sueño. Dormir significa apagar el celular, la consola, la luz… y descansar.

Si no dormimos se instalará la fatiga y no rendiremos en lo que hagamos diariamente y nos acercaremos al lado de la enfermedad.

El dormir es un alimento para el cuerpo. El organismo trabaja 24/7 pero cambia la intensidad, por la noche, duerme; aunque sigue trabajando para mantenernos vivos.

EL MEJOR EJERCICIO.

Muchas personas preguntan, ¿cuál es el mejor ejercicio?

Unos dicen que nadar, otros que correr, otros dicen que los aeróbicos, etc., tenemos una buena noticia: el mejor ejercicio es el que a ti te guste y se ajuste a tus necesidades; correr, bailar, caminar, patinar, nadar, pesas, bicicleta, gimnasia, calistenia, CrossFit, fútbol, vólibol, básquetbol, elíptica, cardio… todo es bueno. Lo importante es poner el cuerpo en movimiento y activar todos los sistemas.

Conozcamos algunos datos del ejercicio:

El volumen y la intensidad.

El volumen es la cantidad de ejercicio (tiempo, distancia, series), y la intensidad es el ritmo al que haces el ejercicio. Dos personas pueden recorrer 5 kilómetros, uno tardará 25 minutos en hacerlo y el otro una hora; los dos han hecho el mismo volumen de recorrido, pero uno lo hizo a más intensidad (25 minutos), y el otro a una intensidad muy baja (60 minutos).

Por supuesto, elegir el volumen y la intensidad depende del estado de la persona.

¿Cuál es la mejor intensidad? Depende de los objetivos de cada quien. Por ejemplo, los atletas de alto rendimiento se entrenan con grandes volúmenes y alta intensidad porque sus propósitos son competitivos. Pero, el ejercicio para la salud se realiza a una intensidad moderada.

Y eso, ¿cómo se mide?

Es sencillo: si cuando hago ejercicio puedo cantar, esa intensidad es muy baja y no significa mayor esfuerzo para mi cuerpo; si cuando hago ejercicio no puedo cantar, sino que solo puedo hablar, esa es intensidad moderada, es seguro trabajar en esa intensidad; si cuando hago ejercicio no puedo hablar, es alta intensidad.

Dependiendo de tu estado físico, tu edad y tus objetivos puedes alternar la intensidad del entrenamiento entre moderada y alta, más moderada que alta.

Si hace mucho tiempo no has hecho ejercicio empieza poco a poco, y ve aumentando volumen e intensidad progresivamente.

¿Cómo puedo saber más?

Actualmente, hay mucha información al respecto, busca en las redes sociales y encontrarás videos de profesionales de la medicina y el ejercicio; pueden ser tutoriales o desafíos adecuados a tu edad y condición.

La tecnología nos permite interactuar con familiares y amigos que están en otro lugar, podemos hacer ejercicio y realizar con ellos juegos que impliquen el movimiento corporal; “peleando, bailando, haciendo un recorrido de aventuras, evadiendo enemigos y capturando dragones”.

Tenemos mucha información, búscala, utilízala, disfrútala.

¡Ejercítate divirtiéndote, diviértete ejercitándote!
¡Sé el mejor influencer para ti!
Tienes 37.2 billones de seguidores que quieren darte su “like”  cada día , todos los días, ¡toda la vida!

Dr. Juan Carlos Vargas. / Médico del deporte y yudoca.