Embarazada y con diabetes

En este artículo les comentaré un poco sobre mi caso. Tengo 45 años y hace dos meses di a luz a una hermosa bebé.  Quedé embarazada a los 44 años, después de 10 años tratando con diferentes tipos de tratamientos y de buscar diferentes opciones. Durante este periodo por recomendación de mi ginecólogo fui referida con un médico especialista endocrinólogo, de la clínica CCM; él me diagnosticó diabetes tipo 2, lo que complicaba aún más mi cuadro de fertilidad; de inmediato inicié el tratamiento adecuado. Todo esto fue la antesala de preparación para cuando finalmente quedé embarazada.  

Años después de haber iniciado mis controles para el azúcar, y luego de muchos intentos para embarazarme, había decidido ya no continuar en la búsqueda, ya que implicaba muchos problemas, no solo de salud física sino mental. 

En búsqueda de opciones

En un viaje a México conocí una clínica de fertilidad muy adelantada en comparación a las opciones en El Salvador, después de consultas, exámenes, analizar mis opciones y tomar decisiones como familia, ya que implicaba una inversión económica más alta que lo que habíamos venido haciendo, decidimos seguir nuevamente con el proceso. Entre envío de pagos y de documentos, se nos llegó la época de la pandemia, y el día que necesitábamos volar a México para el inicio del tratamiento fue el día que el gobierno cerró las fronteras y los aeropuertos. Tuvimos que cancelar el procedimiento y quedarnos en la espera que duró más de un año, entre miedo al contagio, la inseguridad de otro cierre etc., optamos por dejar de lado el tratamiento y seguir con el proceso de adopción que habíamos iniciado un par de años atrás. 

Nuevamente a inicios del año 2021 nos dimos cuenta de una clínica en Guatemala muy parecida a la de México con el mismo nivel de preparación y opciones para diferentes dificultades, nos tomó un par de días retomar la idea de iniciar nuevamente un procedimiento por las implicaciones que esto conlleva, tanto físicas como mentales. 

Pero como todo, hemos aprendido a poner en manos de Dios nuestras decisiones, y así iniciamos el tratamiento en febrero del 2021 con todos los exámenes, consultas en línea, etc., para abril estábamos listos para realizar el proceso in vitro, y exactamente para el 10 de mayo confirmamos los resultados positivos. 

Cuidando mi alimentación

Nuestro control con el médico de la clínica de fertilidad terminó al primer mes de embarazo, lo siguiente era ponernos en las manos de nuestro médico ginecólogo en El Salvador, quien debido a mi edad y mi detectada diabetes determinó mi embarazo como de alto riesgo; por lo que me pidió controlarme con un especialista endocrinólogo, y así fue; inicié nuevamente mis controles con la clínica CCM del Dr. Chávez; en los primeros meses de embarazo, lo primero fue controlar los niveles de azúcar, colesterol, triglicéridos, etc., para lograrlo era necesario no solo el medicamento sino una dieta estricta de cero carbohidratos, la clínica que cuenta con el área de nutrición, me brindó la ayuda necesaria para aprender a cuidar mi alimentación, y así llevar mi embarazo de forma balanceada. 

A su vez, la clínica cuenta con el área de ayuda psicológica, sumamente necesaria; en mi caso parecería que al finalmente lograr el embarazo estaría feliz y realizada, así era, pero a esto le sumaba la inseguridad y miedo a perderlo, después que nos había tomado tanto tiempo lograrlo; la consulta psicológica me ayudó a controlar la ansiedad y temores, incluso a transmitirle esa seguridad a mi esposo, que en su interior silenciosamente padecía de los mismos miedos.  

Pasamos así los meses controlando mis niveles rigurosamente, procurando mantenerme en riesgo bajo. Fue necesario dejar al 100% de consumir algún tipo de azúcar, cuando lo hacía el efecto era evidente en mis exámenes; pero el Dr. Chávez me enseñó como auto revisar mis niveles, sabía cómo y cuándo mi azúcar estaba alta y qué exactamente de lo que había ingerido me había afectado. 

“El embarazo transcurrió sin complicación alguna, aun así, siempre por mi edad fue un parto programado que llegó a feliz término”

Lourdes María nació el 4 de enero, saludable con 7.3 libras, y a sus dos meses tiene un buen desarrollo. Después de 10 años de luchar por tener a nuestra bebé damos gracias a Dios por permitirnos finalmente tenerla, y a la vez por haber puesto a los mejores médicos y personal de salud que nos acompañaron estos 9 meses, permitiéndome disfrutar saludablemente mi embarazo.