Niñez digital equilibrada.

Los medios digitales definitivamente han modificado la forma de comunicación entre padres e hijos, así como también, la comunicación entre los mismos niños y jóvenes. La búsqueda de diversión, información y resolución de problemas del día a día se ve conectada cada vez más al uso de teléfonos inteligentes, computadoras, laptops y tabletas. 

El acceso a tecnologías digitales en casa se ha expandido entre las nuevas generaciones, particularmente con los niños más pequeños, quienes cada vez tienen actividades más prolongadas frente a la pantalla, gracias a la rápida difusión de equipos con pantalla táctil. Esta situación nos hace preguntarnos si como padres estamos preparados para proteger a nuestros hijos de los peligros potenciales de un mundo digitalizado, y sobre todo de crear y mantener hábitos sanos.

La situación actual en la que nos vemos inmersos ha permitido que nuestros hijos y nosotros como padres, exploremos las diferentes oportunidades que nos ofrece una sociedad digital. Para poder tener una experiencia más provechosa, sin caer en un abuso de los recursos tecnológicos, tanto para disfrutar en nuestro tiempo libre como en las obligaciones del colegio y/o trabajo, podemos tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:

  1. Contar con horarios para el uso de tecnología.

Actualmente la mayoría de los niños y jóvenes en edad escolar, se encuentran en un modelo híbrido de clases que implica conexiones a través de su computadora, laptop o iPad a las clases diarias de acuerdo con el horario establecido por la institución. Es necesario que nuestros hijos y nosotros como padres, podamos identificar y tener un balance entre el tiempo de pantalla y el tiempo de conexión en línea, con relación a las diferentes actividades que realizamos diariamente. Es sumamente importante mantener una actividad física adecuada, buena alimentación, buena higiene de sueño y un espacio social enriquecedor para promover una buena salud y bienestar en nuestros niños y jóvenes.

 

  1. Desconectarse de forma regular de los aparatos electrónicos.

El establecer horarios y espacios en los cuales no se utilicen ningún tipo de dispositivo, favorece enormemente la creación de momentos en los cuales podemos compartir en familia, ya sea para jugar juegos de mesa, realizar una lectura compartida o simplemente para charlar. Los seres humanos somos seres sociales y necesitamos tener contacto con otras personas. Tratemos de cambiar los hábitos para que nuestros hijos gocen de una mejor salud. Evitemos que las pantallas de nuestros dispositivos se apoderen de nuestros horarios de comida, estudio o sueño. En este último de los casos, evitemos totalmente estar conectados horas antes de acostarnos para no interferir así con nuestro ciclo de sueño y tener un descanso reparador, que nos prepare para las actividades del siguiente día con energía y buen humor.

 

  1. Supervisar la actividad de nuestros hijos.

Con el uso del WiFi en la mayoría de nuestros hogares o espacios que frecuentamos en nuestros paseos, es posible tener una conexión a internet desde cualquier dispositivo que tengamos a la mano. Para velar por la seguridad de nuestros hijos, debemos tener una supervisión de la actividad que tienen en internet; ya sea para verificar el cumplimiento en asistencia a sus clases utilizando las plataformas establecidas, conocer el tipo de reacciones que tienen ante el contenido que ven o buscan, o en el último o más peligroso de los casos, los mensajes de sus “amigos virtuales”. Cada vez existen más recursos que podemos utilizar para tener un mejor control del tiempo pantalla de nuestros hijos y el contenido al que puedan acceder. Recordemos, la prevención es lo mejor para evitar riesgos. No consideremos esto como una intromisión a la intimidad de nuestros hijos sino una forma de protección.

Es necesario también, reconocer y comprender cuán importante es el modelo que nosotros somos como padres para nuestros hijos. Debemos ser acordes con lo que solicitamos a nuestros jóvenes y moderar el uso de dispositivos y exposición que tengamos en los medios. Debemos reconocer que entre más pequeño es el niño, más quiere parecerse o imitar a sus padres en lo que estos hacen.

Nuestros hijos viven una vida totalmente diferente a la que muchos de nosotros como padres tuvimos, y en algunos casos, tal vez no estemos preparados para manejar toda esta nueva tecnología y forma de comunicación; sin embargo, los valores familiares y el estilo de vida que implementemos, así como las reglas que establezcamos en casa, puede lograr el equilibrio necesario para una vida sana y el uso adecuado de la tecnología y medios. Si empezamos con un plan desde que nuestros niños están pequeños, lo más probable es que este se mantenga posteriormente a lo largo de su vida.