Año nuevo… oportunidades nuevas

El ser humano en su caminar, se enfrenta a diferentes retos, experiencias, dificultades y muchas otras cosas, que pueden influir en sus decisiones y por lo tanto, su vida.

Cada nuevo año, nos encontramos con un reto, buscar satisfacer metas en las cuales se propone trabajar.

¿Cómo inició el nuevo año?; la respuesta a esta pregunta define cuál fue tu presente pero sin duda no define tu futuro. Existe una verdad y es que siempre deseamos ser mejores en lo que hacemos, queremos más y anhelamos que en cada nuevo año, nuestra “suerte” sea mejor que la del año que dejamos.

Esta historia que se puede vivir en muchos, tiene que cambiar, y no es con fórmulas mágicas como ganarme la lotería, búsqueda de ganancias rápidas y abundantes con poco esfuerzo y trabajo.

Hay un gigante, un Goliat que a muchos no les gusta enfrentar, y esto se llama planificación, hacer un proyecto de vida, donde con una visión clara, nos podamos comprometer, y de esa manera, ordenar, poner metas claras, fecha, hora en todo lo que deseo para un año.

Se vive en la cultura de hacer las cosas a la ligera, y esperar que haya grandes bendiciones.

En medio del desorden y el vacío, no puede existir bendición, si no hay visión de lo que se desea, hay vacíos, faltantes y la consecuencia de no tener visión es que no existe claridad de las metas, no habrá orden y por tanto: ¡Qué importante es iniciar el año con un proyecto de vida!

Al decidirnos realizar un proyecto de vida, quitamos los vacíos y el desorden, que nos impiden enfocarnos en lo importante.

Recordemos que “los miedos a agendarnos, a buscar ordenarnos y vivir por prioridades y no necesidades emocionales, nos harán caer constantemente en errores”

Un plan, un proyecto, no es encarcelarnos o amarrarnos a algo que nos haga perder el tiempo, recursos, oportunidades, al contrario, nos ayudará a tener visión, claridad de las metas, a dejar de ser emocional, y lo más importante de todo esto, hacer una proyección en lo que creemos con fe, con esperanza; valorarnos en lo que somos capaces y no ponernos tallas o medidas puestas por la sociedad, sino, en lo que somos capaces de esperar, teniendo un carácter que nos defina.

Sí, se puede vencer al gigante, es necesario enfrentarlo y vencerlo.

Y como dicen las leyes divinas “pero hágase todo, decentemente y con orden” 

Que tenga un excelente año 2020, y muchas bendiciones con su proyecto de vida.

No olvide lo siguiente: todo lo que usted haga, se convierte en lo que usted es…