La salud después de las fiestas

Sobreviviendo a las fiestas o mejor dicho sobrevivimos a las fiestas, a todos nos gusta la temporada decembrina donde compartimos con familia y seres queridos de muchas actividades placenteras que hacen de esta fecha la más esperada del año; el problema de este mes, primero es que en su mayoría nos acompañan unas cuantas libras de regalo que obtuvimos en navidad sino es que también una que otra descompensación en nuestros niveles de glucosa, colesterol, triglicéridos o presión arterial, podríamos hablar de que a duras penas “sobrevivimos a las fiestas”. 

Sobrevivamos todo este año

Pasemos lista: respondamos a las siguientes preguntas: ¿subí de peso?, ¿aumentó mi glucosa?, ¿aumentó mi presión arterial?, en lugar de mejorar mi salud, ¿empeoró?  Olvidemos el punto de fijar metas para diciembre, a situaciones desesperadas, medidas desesperadas, ¿qué hacemos si nos damos cuenta que se incendia nuestra casa?, lo que sea que haga debe ser de  inmediato, no pensamos en la motivación que tenemos para actuar porque es más que obvia. Hagamos de cuenta y caso que es su salud la que se quema y lo que es seguro, usted no sabe cuánto tiempo le dará su cuerpo para que actúe. Inicie con el minuto próximo a la lectura de este blog.

Paso a paso

¿Subí de peso?

Hay una broma que se nos hace con mucha frecuencia a los profesionales en nutrición y es que aparentemente en diciembre padecemos inanición por la poca afluencia de pacientes y en enero es mes de vacas gordas debido a las nuevas promesas de año en cuanto a perder peso, Me alegra comentarles que en su mayoría los pacientes de Centro Cardiometabólico nos han alegrado manteniendo su peso o incluso perdiendo y cumpliendo sus metas. Nos referimos en este punto a construir hábitos que no se verán afectados aunque durante una semana del año haya excesos, esto nos habla de la necesidad de establecer disciplina más que restricciones. El punto es si no quieres engordar en diciembre de 2019, inicia desde enero de 2019 a disciplinar tu estilo de vida. Acción para el siguiente minuto: levántate de la silla del escritorio, sofá o cama; ve por un vaso de agua y tira los dulces, chocolates, boquitas saladas, pan dulce, té helado, soda o jugo y otros snack que tengas a la mano. 

 ¿Aumentó mi glucosa?

¿Cómo se dio cuenta? Si es porque ya realizó un análisis de sangre eso está muy bien, si es porque ha tenido cambios en su salud (algunos pacientes parecen reconocer cuando sus niveles estan elevados) es necesario practicar análisis para establecer el aumento y los posibles riesgos al corto plazo. La glucosa normal debe tener un rango entre 60 – 100 mg/dl en ayunas y posterior  a la comida menor a 200, preferiblemente no mayor de 40 mg/dl sobre la glucosa de ayuno, es decir, si mi glucosa en ayuno es de 96 mg/dl, 2 horas despues de una comida no debería ser mayor a 136, y tomada en cualquier momento del día (glucosa al azar) menor de 200 mg/dl. Si su glucosa en ayunas está en valores inadecuados es necesario un chequeo médico urgente. 

Acción para el siguiente minuto: evita consumo de bebidas azucaradas y confites, camine 10 minutos después de cada tiempo de comida y  coordine cita con su médico de cabecera.

¿Aumentó mi presión arterial?

Al aumento de la presión arterial se le conoce como hipertensión y dependiendo el rango puede estar en diferentes estadíos:

El consumo de alimentos ricos en sodio como los embutidos curados, boquitas saladas, exceso de sal en comidas, condimentos comerciales, bebidas alcohólicas, etc.; pueden verse relacionadas con aumentos de la presión arterial, el aumento de peso juega un papel decisivo en que aparezca la enfermedad o en descompensar valores que probablemente ya hayan estado controlados, se dice que por cada kilo perdido podemos reducir un milímetro de mercurio la presión arterial. Dicho de otro modo los cambios a realizar para controlar las cifras de presión arterial son: disminuir el consumo de sal y lograr la pérdida del peso ganado.

¿En lugar de mejorar mi salud, empeoró?  

Tuvimos la moda en redes sociales de comparar nuestro aspecto con el de pasados 10 años, muchos se sorprendieron al verse más esbeltos o un poco más robustos, lo cierto es recapitular lo bueno y malo es un ejercicio sano siempre y cuando nos lleve no solo a reír sino a corregir lo que se hizo mal.

Quiero compartir el concepto de envejecimiento que ha acuñado la Organización Mundial de la Salud: “Desde un punto de vista biológico, el envejecimiento es la consecuencia de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, un aumento del riesgo de enfermedad, y finalmente a la muerte. Ahora bien, esos cambios no son lineales ni uniformes, y su vinculación con la edad de una persona en años es más bien relativa. Si bien algunos septuagenarios disfrutan de una excelente salud y se desenvuelven perfectamente, otros son frágiles y necesitan ayuda considerable.”

En cuanto al concepto podemos puntualizar que: el envejecimiento esta en relativa relación con la edad pero, muy relacionado con los daños que podamos sufrir en nuestro cuerpo los cuales podemos describir como enfermedades y lesiones;  se dice también que el envejecimiento es la pérdida de la independencia para realizar las actividades diarias. Cuando por nuestro peso no podemos caminar cierta distancia, hacer una actividad o valernos por nosotros mismos también estamos envejeciendo aunque solo tengamos 33 años de edad; tristemente también podemos ver enfermedades crónicas a esa corta edad e incluso en edades menores. Es necesario tomar en cuenta que la juventud es relativa y que debemos preocuparnos por mejorar nuestro estilo de vida y de esa forma poder disfrutar más y mejor de los verdaderos placeres que la vida nos ofrece.