No postergues más: mejora tu salud y conecta con la naturaleza a través del senderismo.
Mejorar la salud y conectar con el presente y el entorno son ideas muy populares hoy en día. Sobre todo, cuando existen tantas distracciones, preocupaciones y maneras para evitar el ahora y la naturaleza, la cual nos brinda todo lo que tenemos. El cuidado de tu salud es una forma de darte importancia y de asegurar una buena calidad de vida en el futuro, para ti, e incluso para tus seres queridos; el hacerlo en un entorno natural te permite valorar la desconexión del mundo brusco y acelerado en el que tenemos que vivir, y, por otro lado, conectar con el ambiente y reducir las revoluciones aceleradas del día a día. Eso es, verdaderamente estar en el presente.
El mundo y las personas se encuentran en constante cambio, nada es estático, como bien decía el filósofo Heráclito: “Nadie se baña dos veces en el mismo río”, refiriéndose a la facilidad con que una persona, entorno o situación puede cambiar en cualquier momento.
Hace muchos años existía la fiebre por el culturismo, la famosa “época dorada del culturismo”, cuando muchas personas, siguiendo los ejemplos de atletas como Arnold Schwarzenegger y Jay Cuttler, se adentraron al entorno de la musculación y mejoraron sus físicos de gran manera. Pocos años después de eso, empezamos a ver como la publicidad y la evolución de las grandes cadenas de comida rápida y multinacionales nos incitaron a consumir cada vez más y más; empezaron a surgir más trabajos sedentarios por largas jornadas y los índices de obesidad se dispararon hasta la fecha. Sin embargo, hoy en día de nuevo se puede ver una tendencia por el cuido de la salud no solo física, sino que también mental; y a pesar de que puede ser complicado atender las necesidades que tenemos, poco a poco nos vamos acercando a cumplir con ellas para poder vivir de manera plena y saludable.
Ahora, el cuido de tu salud no solo implica salir a caminar ocasionalmente mientras hablas con un amigo, pareja o compañero; la actividad física moderada es un poco más exigente que eso, y esa misma exigencia implica que tu cuerpo va a secretar hormonas como las endorfinas, oxitocina, dopamina y serotonina que van a beneficiar tu estado de ánimo y te ayudarán a equilibrar todos los sistemas que regulan tu salud y el funcionamiento de tu cuerpo y órganos. La clave está en que te puedas exigir un poco más allá de lo que es “fácil” para ti, sin necesidad de sobre exigirse y, por el contrario, dañar tu salud y posiblemente tu integridad física.
Existen muchas ideas limitantes para iniciar el hábito de la actividad física, una de las más comunes es decir que tienes una muy mala condición y que por eso no puedes hacer nada. Sin embargo, tú tienes cierto nivel, sea bajo, moderado o alto, es tu nivel y es tu punto de partida. Esto quiere decir que, si no puedes correr por más de 100 metros, deberías correr al menos 90 metros, descansar y repetirlo; si no puedes hacer 1 pechada normal, puedes apoyarte en las rodillas, o solamente controlar la parte del movimiento en la que bajas, o incluso, solo mantener la postura por varios segundos. ¡La idea es que sea cual sea el nivel en que te encuentres, puedes hacer algo para mejorarlo!
Así pues, uno de los sentidos del ejercicio es que sea un reto. Cuando hacemos una actividad que nos reta y nos obliga a concentrarnos es cuando de verdad estamos en el presente y conectamos con ello. De la misma manera que cuando estamos afanados por culminar un proyecto, un curso o una carrera universitaria. Luego, terminarlo conlleva un sentimiento de logro y satisfacción que nos ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo, manejar nuestra ansiedad y poder rendir mejor en el día a día. Ese sentimiento de superación es un refuerzo positivo ante lo que acabamos de hacer y es la motivación que le sirve a los humanos para seguir adelante. Dicho de otra manera, disfruta las pequeñas victorias, pero mantente enfocado en el objetivo mayor, porque es tu motor más grande.
La actividad física se puede hacer prácticamente en cualquier lugar, y si bien, los gimnasios son buena opción, dado que son ambientes específicos para dicha actividad, no son los únicos ni el único tipo de ejercicio que se puede realizar. Hay otras opciones que te permiten conocer tus capacidades corporales y llevarlas a otro nivel; las dos principales son el running y la calistenia, el primero es muy conocido y lo hacen muchas personas para aumentar su capacidad aeróbica; el segundo también se realiza con mucha frecuencia, pero no se conoce como tal, implica movimientos básicos con peso corporal como las lagartijas, dominadas, sentadillas y abdominales en todas sus variantes. Una de las cosas más importantes del running y la calistenia es que se pueden realizar en el exterior, cerca de la naturaleza y lejos de las distracciones.
Es una gran ayuda hacer actividad física en un ambiente libre de distracciones, entre menos las haya, es más probable que te concentres y conectes con el entorno, además que te permite estar enfocado en tu entrenamiento. Otros beneficios incluyen la exposición directa al sol, que nos permite captar vitamina D, fundamental para el funcionamiento de nuestras células y el fortalecimiento del hueso, lo que previene fracturas y enfermedades de estación, asegurando la fortaleza del sistema inmune.
Como podemos ver, la actividad física al aire libre nos trae múltiples beneficios, y como profesional de la salud, te invito a desconectarte de la ciudad y adentrarte en la naturaleza, a disfrutar de una ida al parque, a estar en espacios abiertos que te permitan moverte, utilizar tu cuerpo plenamente, y descubrir todas las capacidades que no sabías que tenías; además de conocer rincones del mundo que no habías visto, así podrás desconectar, para conectar realmente.
Lic. Carlos Maldonado. Nutricionista y atleta.