El cambio en mi salud desde que conocimos el Centro Cardiometabólico.

En el siguiente texto hablaremos sobre cómo el Centro Cardiometabólico ha transformado la salud de mi mamá, las experiencias que hemos vivido, la forma en la que hemos sido tratadas y los resultados hasta la fecha.

Durante el tiempo de pandemia a mi mamá le realizaron una serie de exámenes debido a padecimientos del estómago, llevaba más de un año con él, entre ellos una endoscopia la cual dio como resultado cirrosis hepática, para ella fue impactante ya que anteriormente uno de sus padecimientos fue cáncer de mama; el médico indicó que si había un padecimiento pero que si ella se alimentaba de una forma saludable iba a poder sobrellevar dicha enfermedad.

Tomamos la decisión de buscar ayuda profesional para que ella aprendiera a comer saludable y de esta forma mejorar su función hepática, fue así como buscamos la ayuda del Lic. William Ochoa, quien al evaluarla nos dijo que había necesidad de un médico y nos recomendó a uno, fue así como hicimos la cita y llegamos al Centro Cardiometabólico.

Al principio mi mamá se sentía apenada por el lugar donde está ubicada se hizo muchas conjeturas , al llegar a la clínica nos recibió un señor muy educado, nos preguntó nuestros nombres y muy amablemente nos condujo a la puerta de la clínica, luego nos atendieron unas señoritas muy educadas y sonrientes, nos sentimos con mucha confianza; después pasamos a la consulta con el Dr. Carlos Chávez, una persona muy carismática, dando la confianza para explicarle cada una de sus enfermedades, nos explicó el padecimiento utilizando un método no alarmante, llenándola de confianza para quitarle los miedos que manifestaba al inicio de su diagnóstico; ya que la mayoría de diagnósticos han sido terminales, nos explicó el tratamiento a seguir, y finalizamos la consulta preguntándonos cuándo sería nuestra siguiente cita.

Para el siguiente encuentro ya nos sentíamos con mucha más confianza practicándole diversos exámenes, a medida que el doctor daba los resultados me sentía muy alegre pues mis miedos desaparecían conforme platicaba con él; le explicaba que sentía un ardor en mi pecho y no podía conciliar el sueño, de inmediato me indicó un electrocardiograma para descartar cualquier problema cardíaco, dándome el resultado en cuestión de minutos; me sentí más tranquila y confiada que todo estaba bien, al finalizar la consulta me dijo que me enviaría con la psicóloga para poder controlar mis ansiedades, ya que no podía conciliar el sueño, ayudándome con ello a descubrir muchas cosas que llevaba por dentro las cuales contribuyen a mis enfermedades.

En la siguiente visita siempre con exámenes de rutina, todos eran satisfactorios menos la hemoglobina que no aumentaba, por lo demás él siempre con optimismo veía mi superación y me recomendaba que intentara tener una mejor alimentación; ese mismo día consultando a la psicóloga me sentí bastante bien porque había superado muchas cosas que me agobiaban. Nuevamente se me realizaron los análisis, cuando me vio el personal se alegraron porque me notaron el cambio haciendo el comentario de las veces anteriores, al mismo tiempo el doctor me decía que me veía bien; cuando obtuvo los resultados observó que mi hemoglobina había mejorado, aunque los niveles de azúcar habían aumentado, era un nuevo reto, controlar los niveles, dejándonos abierto un medio de comunicación para que le comentáramos cualesquier cambio, siempre tratando que mi estado emocional se mantuviera positivo.

Como también tengo consultas en el ISSS llegué con un nuevo diagnóstico, le comenté que me habían diagnosticado con una probable metástasis en mi hígado, el doctor Chávez ya me había indicado nuevos exámenes y él me decía que me sintiera tranquila porque no era eso; esperando resultados de la segunda prueba de azúcar el doctor salía de su consultorio y con ese cariño que lo caracteriza se me acercó y me dijo, no se preocupe, usted no tiene cáncer, sus resultados están bien, una vez más me retiré satisfecha y agradecida con Dios.

Llegamos con la confianza primero en Dios, y luego el cuidado que tienen de cada uno de los pacientes y de las dificultades que presentamos en cada una de las visitas; aunque no seamos pacientes de todos los médicos que conforman la clínica, ellos están a nuestro cuidado. Gracias a Dios han logrado controlar y estabilizar mi salud, créanme que me siento tan tranquila cuando acudo a una cita en ese lugar, que, aunque atienden enfermedades yo no lo considero una clínica, sino un espacio en el que se respira paz, tranquilidad y amor.

Solo nos queda decir gracias a Dios y a ustedes por hacernos parte de su familia porque eso los consideramos y como hija me siento muy satisfecha y agradecida por los cambios que he visto en mi mamá. Gracias Centro Cardiometabólico por siempre recibirnos con amor, amabilidad y paciencia.

Si existieran más clínicas como el Centro Cardiometabólico sobrellevaríamos las enfermedades de la manera menos alarmante y menos dolorosa. Gracias, porque además de brindarnos asistencia médica nos hacen parte de ustedes, y nos hacen sentir el apoyo y la confianza para seguir adelante, gracias a todos los que conforman el Centro Cardiometabólico, que Dios los bendiga.