Diabetes y salud mental en adolescentes.

La influencia de diversas condiciones médicas en la salud mental de los pacientes es innegable, y en muchos casos, los cambios de ánimo pueden ser una señal de advertencia para buscar atención médica. Es especialmente importante prestar atención a estos síntomas en los adolescentes, ya que esta etapa de la vida es crucial para el desarrollo de las habilidades emocionales y la formación de un futuro adulto. Si se descuida la salud en esta etapa, puede haber un desequilibrio grave en la salud mental.

Por lo tanto, la familia desempeña un papel importante en el cuidado de los adolescentes con condiciones médicas, no solo para asegurarse que los tratamientos se sigan según las indicaciones del médico, sino también para que el joven sepa que tiene una red de apoyo a su lado. Por ello, es fundamental reconocer que las condiciones médicas pueden tener un impacto significativo en la salud mental de los pacientes y prestar atención a cualquier cambio en el estado de ánimo.

La atención médica y el apoyo emocional son cruciales para garantizar que los jóvenes puedan desarrollarse de manera saludable y convertirse en adultos fuertes y equilibrados. A la hora de obtener un diagnóstico, este, genera un impacto en la persona que lo recibe y su familia; lo cual no solo presupone un cambio en los hábitos, sino que, en los pensamientos sobre posibles complicaciones y la incertidumbre sobre el futuro del adolescente, lo que puede desencadenar distintas complicaciones psicológicas (Henríquez-Tejo y Cartes-Velásquez, 2018).

Además, la diabetes es una de las enfermedades crónicas que se acompañan de síntomas depresivos, tal y como se menciona en el libro: Psiquiatría Clínica. Diagnóstico y tratamiento en niños, adolescentes y adultos. Por lo que no debería ser un factor para ignorar o descuidar a la hora de tratar a un paciente con diabetes, la atención a su salud mental debe ser igual de importante que sus niveles de glucosa, dado que ambos pueden desencadenar un riesgo alto para la vida del joven a corto o largo plazo.

Los adolescentes con diabetes pueden verse expuestos a conductas de riesgo, como descuidar el autocuidado, descontrolar sus comidas y no adherirse al tratamiento, acciones que son muy importantes para mantener los niveles adecuados de glucosa (Baeriswyl, K., 2017).

Asimismo, se ha demostrado que el 26.4% de los adolescentes consideran el suicidio después de ser diagnosticados con diabetes (Silverstein, Klingensmith, Copeland & Plotnick, 2005).

También, se ha comprobado que los desórdenes alimenticios, como la bulimia y la anorexia, son comunes en los jóvenes con diabetes, junto con la omisión de la aplicación de insulina como una forma de controlar el peso, especialmente en mujeres. En este aspecto, la familia del paciente puede ayudar a prevenir las conductas de riesgo y los problemas psicológicos asociados con la diabetes en los adolescentes. Por ejemplo, pueden fomentar una comunicación abierta y sincera con el joven sobre sus emociones y pensamientos, y asegurarse de que se sienta escuchado y apoyado.

La familia también puede considerar trabajar con un psicólogo o terapeuta especializado en diabetes, para abordar los problemas psicológicos y emocionales relacionados con la enfermedad. La American Academy of Pediatrics ha señalado que no es suficiente tratar la diabetes únicamente con un enfoque médico, sino que también, se necesita una mejora en la atención y apoyo de la familia para ayudar al adolescente a adaptarse a su condición. Además, no solo se trata de proporcionar un apoyo constante, sino de crear un ambiente familiar seguro y estable.

Un estudio con pacientes de entre 12 y 19 años demostró que aquellos que describen a sus familias como estables y organizadas tienen un mayor bienestar general. Esto es importante para reducir los niveles de ansiedad en los jóvenes, ya que, aunque intentemos mantenerlos alejados de los conflictos familiares, son fácilmente perceptibles para ellos, especialmente en esta etapa en la que son más conscientes de su entorno.

En conclusión, la familia juega un papel crucial en el cuidado de la salud mental de los adolescentes con condiciones médicas, como la diabetes. Es importante reconocer que este diagnóstico puede tener un impacto significativo en la salud mental del paciente y prestar atención a cualquier cambio en su comportamiento. Por lo tanto, es importante que los profesionales de la salud trabajen en colaboración con la familia y brinden información, educación y apoyo emocional para ayudar al adolescente a adaptarse a su condición, y prevenir cualquier complicación tanto a corto como a largo plazo.

Lcda. Mileidis Marriaga. Enfermera especialista en diabetes.