Uso y abuso de drogas ¿Qué puedo hacer?
En la actualidad, la salud en El Salvador se encuentra en un momento de transición epidemiológica que está vinculado con varios factores de riesgo para la salud, entre ellos el sedentarismo, nutrición inadecuada, falta de ejercicio, y también el uso y abuso de sustancias psicoactivas, es decir, tabaco, alcohol y otros tipos de drogas legales e ilegales.
Sin duda, el uso y abuso de sustancias psicoactivas en El Salvador se ha convertido en un grave problema de salud pública, que no solo pone en riesgo la salud de las personas, sino también la convivencia armónica de la familia y la estabilidad de las comunidades, por eso, hoy conoceremos un poco sobre el tabaquismo, el alcoholismo y el consumo de otras drogas en nuestro país, además conoceremos la importancia de redoblar esfuerzos para prevenir su consumo.
Comencemos hablando del cigarrillo, fumar tiene un gran impacto en la salud de los fumadores e incluso de los no fumadores expuestos a su humo de combustión. Sus consecuencias son tales que han cobrado una gran relevancia, hasta el punto de ser considerada la principal causa de muerte evitable en el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de una fuerte relación inversa entre la edad de inicio del consumo y la probabilidad de convertirse en un fumador empedernido, ¿cómo así? Veamos, aunque los adolescentes comienzan a pensar que pueden dejar de fumar fácilmente, muy pronto se vuelven dependientes de la nicotina y esto los hace más propensos a consumir alcohol y drogas ilegales. Se ha documentado que el tabaquismo causa importantes problemas de salud entre los adolescentes, entre ellos: tos, dificultad para respirar, asma, y diversas enfermedades respiratorias. Una de las situaciones que contribuyen a que el tabaquismo no se reconozca fácilmente como una adicción es porque rara vez produce síntomas a corto plazo, sino que las consecuencias más graves se ven con los años de consumo.
Por otro lado, el uso de bebidas alcohólicas es socialmente “aceptado” por estar vinculado a encuentros sociales, culturales y religiosos; de tal manera que se ha adoptado como bebida de uso diario, convirtiéndose en el problema adictivo más extendido e importante en el país. Se estima que en El Salvador el consumo de alcohol afecta de manera especial a la población de adolescentes y jóvenes, quienes, sin ser adictos a la sustancia, la consumen de forma abusiva, presentando así graves consecuencias, en ocasiones irreversible. Beber grandes cantidades con motivo de consumo con periodicidad mensual o semanal, sigue siendo el patrón característico de nuestra población, el cual se asocia a graves conflictos familiares, accidentes de tráfico, violencia, peleas y otros problemas. Además, el consumo de alcohol representa una importante causa de morbilidad y mortalidad entre la población de nuestro país, siendo la cirrosis hepática la primera causa de mortalidad entre los hombres.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las drogas ilegales son cada vez más diversas, cercanas y disponibles en la comunidad; afectando a niños, adolescentes y jóvenes en particular. El uso de una sustancia psicoactiva crea un problema de salud y el consumo frecuente crea un riesgo considerable para su salud. Sin embargo, el uso de drogas ilegales siempre representa un riesgo de generar problemas sociales que conllevan a consecuencias legales. Muchos adolescentes y jóvenes podrían ver interrumpida su carrera académica y sufrir las consecuencias, como la adicción, con graves daños a su salud.
En comparación con la población general, las personas adictas tienen el doble de probabilidades de sufrir trastornos en su estado de ánimo o niveles de ansiedad, por lo que se requiere de un abordaje integral que identifique y evalúe ambos problemas, algo que en medicina conocemos como patología dual. En consecuencia, cualquier persona que busque ayuda para una adicción u otro trastorno mental debe ser examinada y tratada para ambos trastornos simultáneamente. Los nuevos enfoques para la atención al uso y abuso del tabaco, alcohol y otras drogas, enfatizan la promoción de factores protectores y la lucha directa contra los factores de riesgo; como las principales medidas universales de prevención, detección temprana y derivación oportuna para prevención selectiva; y aumentar la disponibilidad y calidad de los servicios de tratamiento para la prevención indicada. Todo esto a lograr, con el apoyo de la familia, la comunidad y la implementación de medidas efectivas, basadas en evidencia científica.
Finalmente, en este contexto, hay una “luz al final del túnel”, si usted que leyó este pequeño artículo, cree tener problemas con el alcohol, tabaco y otras drogas, es bueno que sepa que el Fondo Solidario para la Salud (FOSALUD) en los últimos años viene desarrollando un programa para extender gratuitamente la cobertura de los servicios integrales de salud, a través de los Centros de Prevención y Tratamiento de Adicciones (CPTA), enfocado a la prevención, intervención temprana, tratamiento, rehabilitación, reinserción social y la reducción de las consecuencias adversas del uso y abuso de estas sustancias psicoactivas. Estos CPTA actualmente tienen cobertura en 4 de las 5 regiones de salud del país: el CPTA del Hospital Santa Ana cubre la Región Occidental del país; las CPTA del Hospital Rosales y Saldaña cubren la Región Metropolitana; mientras que la CPTA San Miguel cubre la Región Oriental y la CPTA San Vicente la Región Paracentral del País; y próximamente en la Región Central que actualmente no cuenta con cobertura de servicios de salud para la prevención y tratamiento de adicciones, especialmente en el departamento de Chalatenango.
La adicción es una enfermedad y el tratamiento es basado en un modelo de atención biopsicosocial ambulatoria. En este modelo, el foco de atención se centra en la persona dependiente y su relación con su familia y su comunidad. Si necesitas más información puedes visitar www.fosalud.gob.sv o llamar al 2528-9727.