Estilo de vida moderno y la salud del joven

En este último siglo, toda la población ha experimentado un cambio drástico en eso que llamamos “estilo de vida”, que por las nuevas tecnologías ha pasado de ser un estilo activo a un estilo muy sedentario.

Quizás la parte de la población que más se preocupa por su cuerpo y su salud, somos los jóvenes, a quienes siempre nos ha gustado lucir bien, decente y con un buen estado físico. Esto lleva a muchos de ellos a preguntarse: ¿realmente una persona puede divertirse o realizar actividades divertidas y al mismo tiempo llevar una vida saludable?

La respuesta es sencilla: sí, y en este artículo te muestro cómo hacerlo. También te contaré cómo, al haber sido un joven con obesidad tipo 1, me descubrí un talento oculto, que muy probablemente sirva de inspiración para muchos jóvenes.

Existen tantos factores que hacen que nuestra vida se haya vuelto más sedentaria que en el siglo XX, todas las cosas que antes requerían un esfuerzo físico ahora lo puedes hacer desde la pantalla de tu celular y en la comodidad de tu casa, la demanda de la industria alimentaria la ha llevado a crear productos en mayor cantidad y más baratos, y por ende de menor calidad. Esto implica que la mayor cantidad de restaurantes de comida nos provean algo que nos pueda hacer engordar.

Pero si tú eres una persona que vive constantemente en el típico dilema moral ¿vivir la buena vida, o vivir saludable? tienes que saber algo muy importante: vivir la buena vida es consecuencia de vivir saludablemente.

La clave para salir de tu zona de confort y empezar a llevar una vida saludable radica en primero cambiar tu forma de pensar: no asocies la vida saludable con actividades cansadas, comidas feas, ejercicios estresantes, etc. En fin, todo lo malo.

Si a ti, no te gusta salir a correr, puede ser o porque tu condición física hace que te canses muy rápido o porque te parece aburrido. Si tu caso es el segundo entonces créeme, nunca bajarás de peso corriendo, en general: nunca bajarás de peso realizando algo que no te guste.

Luego de cambiar tu manera de pensar, empieza a buscar qué te gusta hacer: correr, nadar, bailar… y cuando te decidas no esperes más y da el primer y el más difícil paso: comenzar.

Una vez empieces con tu rutina saludable te aseguro que te darás cuenta de que no era tan aburrido como lo pensabas y mientras más tiempo lleves realizándola, cada vez sentirás más inspiración para continuar.

Llegará un punto donde alcances un estado a lo cual en el ámbito de negocios lo llaman “momentum”, que es tu camino hacia el éxito que buscabas. Se trata de aquel punto en el que llevas tu vida saludable con positivismo, y al mismo tiempo disfrutas de ello y no quieres parar. Cuando tú alcanzas este punto puedes dar por sentado que lograrás lo que deseabas.

Pero recuerda, lo más difícil, que es la razón por la que la mayoría de personas se estancan y se mantienen en su zona de confort es el comienzo, ese impulso que todos necesitamos para empezar a cambiar nuestra rutina de vida para una mejor salud, es lo único que cuesta, pero una vez alcanzado dicho “momentum” tu vida cambiará para siempre y para bien.

Como contaba al principio, yo era un joven con obesidad tipo 1, pesaba 183 libras y medía aproximadamente 1.66m. Mi vida diaria se basaba en comer y estar sentado jugando a la play. Comía siempre que me daba hambre (todo el tiempo) y no hacía nada de ejercicio. Fue difícil para mi cerebro notar la realidad en la que me encontraba, y muchas veces no me daba cuenta de lo gordo que era. Hasta que un día decidí salir a nadar todos los días. Sinceramente salir a nadar no lo veía como una actividad que realizara porque quería y me gustaba, simplemente era una actividad para bajar de peso. Y así en lo que pasaban los días lo dejé de hacer.

Luego pasó el gran milagro, obtuve un juego de baile. Te paras en frente de la tele y debes imitar al personaje del juego, que mediante un sensor en el control, se te evalúa cómo bailas. Poco pasó en darme cuenta lo rápido que me aprendía las coreografías y todos me empezaron a decir que bailo muy bien.

Así seguí jugando y divirtiéndome y de pronto sin darme cuenta ya había perdido más de 10 libras, y lo mejor ¡divirtiéndome!

Pasó el tiempo y decidí inscribirme en clases de baile de mi gimnasio, donde empecé a mejorar y perfeccionar mis pasos. Cada vez bailaba mejor y pesaba menos. Así estuve por un año entero.

A día de hoy, peso 147 lbs, habiendo bajado casi 40, muchas personas que ahora me ven bailar, siempre me preguntan si pertenezco a un grupo profesional o algo así. Esto me lleva a preguntarme: ¿quién diría que iba a descubrir un talento oculto y a la vez perder 40 libras poniéndolo en marcha?

El baile también se ha convertido en mi forma de hacer ejercicio en esta cuarentena debido a la emergencia sanitaria global por Covid-19 por lo que actualmente estoy creando una coreografía para subirla a internet.

En conclusión, si tu encuentras algo que te gusta hacer y nunca te aburre y resulta que esta actividad es saludable, no dudes en ponerla en práctica, que cuando menos te lo esperes habrás cambiado por completo y serás una persona más sana, más fuerte y tendrás un mejor autoestima.

¡No esperes y levántate de esa cama ya!