Tengo obesidad, ¿en qué momento me perdí?

En la consulta de nutrición, al preguntar a un paciente cuál ha sido su peso en los últimos 10 años con frecuencia me encuentro con que han ganado entre 10, 30 y más libras en ese lapso de tiempo; la siguiente pregunta es, ¿cómo cree que llegó al peso que tiene hoy?, y no es precisamente que una noche una persona se duerma y al día siguiente tenga sobrepeso y al día después obesidad, aunque muchos lo queramos describir así; ¿cómo nos perdimos?

 

¿Cómo está la obesidad en el mundo y en nuestro país?

Es importante reconocer los datos de sobrepeso y obesidad en el mundo y aceptar que es una epidemia, la obesidad es reconocida como una enfermedad, 1 de cada 10 personas en el mundo tiene obesidad y 4 de cada 10 padecen sobrepeso. Si la obesidad fuera un país, el número de personas que lo padecen asemeja o supera a la población de China, y para ser más locales, en El Salvador la encuesta ENECA 2015 reveló que, de 3, 865, 603 personas evaluadas, 1, 059, 469 padecen obesidad; esto es alarmante ya que el padecer obesidad duplica el riesgo de muerte por cualquier causa.

¿Cómo nos perdimos?

Es importante reconocer a la obesidad como una enfermedad, ya que si únicamente se ve como una característica física los hábitos que nos llevan a padecerla pasan desapercibidos, y si no, pregunto, ¿qué es más perjudicial ante la opinión pública, dejar de tomar un medicamento para cualquier enfermedad o comer 1 porción de pan dulce todos los días?, casi todos podríamos decir que la primera opción es más dañina y la razón es que los resultados de olvidar un medicamento son visibles al corto plazo, pero comer una porción de pan dulce me va a llevar a aumentar una libra en 2 semanas y probablemente eso no me genere ningún dolor hasta quizá un año en que esa libra se convierta en 24 libras. Puede ser una exageración pero es esa la cancha en la que jugamos cuando no cuidamos día a día nuestros hábitos; en entregas anteriores hemos tratado por qué no bajamos de peso y como lograr balancear la alimentación; en ellos establecimos que es necesario consumir más calorías que las que gastamos al día para incrementar el peso y por el contrario aumentar nuestro gasto energético por medio de la actividad física y a su vez comiendo porciones más balanceadas (no necesariamente siempre más pequeñas) de modo que la ecuación para mantener un peso saludable es muy simple.

Encaprichándose a vivir saludablemente.

¿Cuál es la cura de la obesidad?, tristemente la cura no es milagrosa, no tiene que ver con el top 10 de alimentos que engordan, ni con el alimento que más nos ayuda a bajar de peso, mucho menos con un tratamiento estético, una cirugía o una pomada milagrosa; la clave y la cura es vivir saludablemente, y lo que esto significa, decidir comer de una forma porque es saludable y no porque eso nos llevará a bajar de peso o hacer actividad física porque nuestro cuerpo fue diseñado para el ejercicio. Cuando dejemos de buscar como meta perder peso y nos dediquemos a vivir correctamente por añadidura, alcanzaremos el peso que respeta la integralidad de nuestro organismo.

Entonces, ¿qué nos separa de vivir saludablemente?, sabiendo que esto incluye:

  1. Comer de forma balanceada.
  2. Practicar actividad física diariamente.
  3. Dormir al menos 6 horas por día.
  4. Controlar el estrés.
  5. Pasar tiempo de calidad con nuestros seres queridos.

Simplemente muchos no nos hemos encaprichado en vivir de esta manera, sino, recuerde a su hijo o hermano o sobrino pequeño cuando quiere algo y no lo olvida, por más excusas o peros que usted coloque el niño no olvida su deseo y siempre buscará obtenerlo. Dejemos de poner excusas para ser saludables, recapitulemos las razones por las que no hacemos el cambio:

Lista de excusas:

  1. No tengo tiempo para hacer ejercicio.
  2. No tengo tiempo para comprar los alimentos.
  3. No tengo tiempo para cocinar.
  4. Mi esposo, hijo, familia no me apoya.
  5. Comer saludable es caro.
  6. Como por ansiedad.
  7. No me gustan las verduras o las frutas.
  8. Me duelen las rodillas.
  9. Es muy peligroso salir a caminar.
  10. No me gusta el agua.
  11. Es aburrido comer de esa manera.
  12. No quiero ser antisocial.

Hay una frase un poco fuerte que dice: “Están los que ganan y los que tiene una excusa para perder”, tomemos una decisión que nos haga ganadores y encaprichémonos con ella hasta obtener las metas personales que logremos trazarnos, no para ser como alguien más sino para escribir la mejor versión de nosotros mismos.