Estrategia HEARTS en El Salvador, modelo de mejora de la esperanza y calidad de vida.

HEARTS es un modelo institucionalizado de manejo del riesgo cardiovascular, para mejorar la calidad y esperanza de vida de las personas con hipertensión arterial y otras enfermedades asociadas, con principal énfasis en los servicios de salud del primer nivel de atención. El modelo cuenta con ocho pilares:

  1. Hábitos y estilos de vida saludables: asesoramiento para los pacientes.
  2. Medición de presión arterial en forma sistemática a toda la población adulta con equipos digitales validados.
  3. Protocolos de tratamiento estandarizados basados en la evidencia.
  4. Acceso a medicamentos y tecnología esenciales.
  5. Evaluación de factores de riesgo cardiovascular.
  6. Trabajo basado en equipos multidisciplinarios con innovación en la organización.
  7. Capacitación y educación continua. 
  8. Sistemas de monitoreo y evaluación con datos estandarizados para la toma de decisiones.

La urgencia de mejorar las metas de control de presión arterial, se debe a que la enfermedad cardiovascular (ECV) es la principal causa de muerte en El Salvador, y la presión arterial elevada representa más del 50% de los eventos cardiovasculares y renales. 

Según la ENECA-2015, desafortunadamente, en nuestro país el 37% de los adultos tienen hipertensión, y el diagnóstico, tratamiento y control son subóptimos, (detección del 74% de los casos y la población con HTA controlada se estima en 40%).

Por esa razón El Salvador, se une a la iniciativa HEARTS en las Américas de OPS, para abordar este importante problema de salud, con el propósito de reducir el riesgo de ECV, mejorar la esperanza y calidad de vida de la población.

Se elaboró un plan de implementación de la iniciativa HEARTS de tal forma que para el año 2023 debemos tener implementada a nivel nacional la estrategia, con proyección para este año de estar en 754 establecimientos de salud; esta iniciativa incorpora a los principales prestadores de servicios de salud entre ellos el MINSAL, ISSS y FOSALUD, por tanto, se ha priorizado la capacitación de los recursos humanos para la reorientación del modelo de atención de las personas con HTA, y la compra de tensiómetros digitales validados para el 100% de establecimientos de salud, en conjunto con el fortalecimiento de la red de laboratorios con química sanguínea y albuminuria para tamizaje de la población en riesgo; logrando el diagnóstico oportuno de la comorbilidad, a fin de fortalecer el abordaje integral de las enfermedades cardiometabólicas y renales.

Un factor importante para la implementación de la iniciativa HEARTS fue el apoyo político de nuestras autoridades.  Iniciando con la conformación de un equipo técnico conductor nacional con representación del Sistema Nacional Integrado de Salud, delegados por nuestras autoridades con funciones y responsabilidades definidas, con quienes definimos un plan de implementación en cuatro fases. Luego realizamos el diagnóstico y línea de base de la capacidad instalada de los servicios de salud, la definición de los contenidos temáticos y la metodología para la capacitación del personal multidisciplinario del primer nivel de atención, capacitando más de 3 000 mil profesionales.

La planificación de la intervención se realizó iniciando en los municipios con más alta prevalencia de multimorbilidad de HTA, DM, ERC y obesidad, con representación de las cinco regiones de salud.

La formación de los equipos multidisciplinarios se realizó por medio de talleres teóricos prácticos, teniendo en cuenta, que el manejo debe ser realizado por medio de las redes integrales e integradas de salud, para garantizar el continuo de la atención y el seguimiento de los pacientes con alto riesgo cardiovascular o hipertensión resistente. Asimismo, se están realizando teleclínicas en coordinación con el Instituto Nacional de Salud a fin de llegar más rápido al personal de los servicios de salud a nivel nacional, con el objetivo de reforzar el conocimiento y resolver dudas en los municipios principalmente de difícil acceso. Posteriormente, se ha iniciado la asistencia técnica a los servicios de salud para apoyar la implementación, el monitoreo y evaluación con indicadores para medir el índice de madurez y desempeño de la implementación HEARTS, según las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Considerando que los médicos especialistas no son suficientes en nuestros países, estandarizamos protocolos del manejo farmacológico y no farmacológico de la hipertensión y sus comorbilidades según riesgo cardiovascular, basados en la mejor evidencia posible, con diseños simples para su entendimiento lo que permitirá que los médicos generales y el personal de enfermería nos ayuden a tamizar y dar seguimiento a las personas con riesgo de hipertensión en el primer nivel de atención; dando la oportunidad de acelerar el control y espaciar las atenciones médicas, evitando así, la inercia terapéutica, atenciones innecesarias y oportunidad para mejorar el acceso y calidad de atención en las personas que más lo necesitan.

Es importante mencionar que con la estrategia HEARTS abordamos el tratamiento no farmacológico orientado al desarrollo de intervenciones para reducir los factores de riesgo como sedentarismo, tabaquismo, mala alimentación, promoviendo hábitos y estilos de vida saludables; a través de estrategias como ejercicio, educación de pacientes y grupos de ayuda para fomentar el autocuidado, recomendaciones alimentarias, entre otras.

Esos factores de riesgo relativamente altos en nuestro país, son muy preocupantes porque si no se controlan, los eventos finales en la vida de las personas pueden ser devastadores, sobre todo porque estas enfermedades crónicas se presentan asociadas en un mismo paciente.

Lo mejor que podemos hacer por las personas con factores de riesgo es educarlas con medidas no farmacológicas, esperando que corrijan malos hábitos, por otro lado, darles seguimiento para hacer diagnósticos tempranos y mantener en cifras de buen control, retrasando o evitando la progresión a complicaciones.  

La implementación de la iniciativa se planificó para una cobertura total hasta el 2024; sin embargo, por los resultados preliminares se aceleró la implementación teniendo una cobertura del 100% para el año 2023. 

Los resultados preliminares son una detección del 74.5% de las personas hipertensas estimadas, de los cuales las personas con hipertensión de bajo riesgo cardiovascular el 84.8%, se encuentran con presión arterial controlada (<140/90 mmHg) y 66.4% de personas hipertensas con alto riesgo cardiovascular controlados (<130 mmHg), con una disminución de la mortalidad de enfermedad cardiovascular de 159.1 en el 2021 a 136.2 por 100 mil habitantes en el 2022.

Desde el MINSAL, valoramos y reconocemos el rol del paciente empoderado, sus familiares y cuidadores junto a la atención integral que nuestro personal de salud ofrece con vocación y humanismo.  Por tanto, la población debe practicar hábitos y estilos de vida saludable, retomando un régimen alimenticio con cantidades moderadas, disminuyendo la sal, la grasa, alimentos procesados y bebidas azucaradas, evitando carbohidratos simples y de alto índice glucémico; incluyendo en sus hábitos de alimentación proteínas, vegetales y frutas, aprovechando las bondades de la fibra y vitaminas contenidas en esos alimentos.

Además, es importante la cesación de tabaco, reducir el consumo excesivo de alcohol, incrementar el consumo de agua, hacer actividad física, mantener un peso normal; en conclusión, aprender todas estas estrategias de autocuidado.