Si no quieres enfermarte, ¡vacúnate!

Las vacunas constituyen una de las medidas sanitarias que mayor beneficio ha producido y sigue produciendo a la humanidad, previenen enfermedades que antes causaban grandes epidemias, muertes y secuelas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) conjunto de muchos organismos gubernamentales y no gubernamentales han logrado cumplir el Programa de Vacunación e Inmunizaciones (PVI), al lograr una cobertura universal del 95% de vacunación, con el fin de disminuir la morbilidad y la mortalidad causadas por enfermedades prevenibles por vacunas. La vacunación tiene la capacidad no solo de salvar vidas, sino también de transformarlas, brindando a la población salvadoreña la oportunidad de crecer sanos y mejorar su futuro asegurando una vejez segura y saludable.

Conozcamos sobre la inmunización.

La inmunización (vacunación) es el proceso por el que una persona se hace resistente a una enfermedad, tanto por el contacto con ciertas enfermedades, o mediante la administración de una vacuna. Las vacunas estimulan el sistema inmunitario del cuerpo para proteger a la persona contra infecciones o enfermedades. La inmunización previene enfermedades, discapacidades y defunciones por enfermedades prevenibles por vacunación, tales como el cáncer cervicouterino, la poliomielitis, el sarampión, la rubéola, la parotiditis, la difteria, el tétanos, la tos ferina, la hepatitis A y B, las neumonías bacterianas, las enfermedades diarreicas por rotavirus y las meningitis bacterianas.

¿Qué son las vacunas?

Son productos biológicos compuestos por microorganismos muertos (inactivados), atenuados o partes de ellos, que se administran para prevenir enfermedades infecciosas en las personas susceptibles de padecerlas. Cada vacuna es eficaz para prevenir un único tipo de infección.

Las vacunas le enseñan a su sistema inmunológico cómo combatir ciertas enfermedades. Las vacunas no combaten las infecciones cuando ya se está enfermo, como hacen los medicamentos; en cambio, ellas ayudan a evitar enfermarse en primer lugar o, si usted se infecta, pueden ayudarle a combatir la enfermedad para que no enferme de forma tan grave.

¿Por qué es importante vacunarse contra la gripe?

Es la forma más eficaz para prevenir:

  • La influenza.
  • Complicaciones como la neumonía, la bronquitis y la sinusitis, que pueden empeorar ciertas enfermedades crónicas (insuficiencia cardíaca, asma o diabetes).
  • La muerte asociada a la gripe.

Seguir las recomendaciones para la vacunación es muy importante para la propia salud de la persona y para la salud de su familia y de los miembros de su comunidad. Muchas de las enfermedades evitadas por las vacunas se contagian fácilmente de persona a persona. Estas enfermedades se diseminan rápidamente entre la población no vacunada, como en niños, adultos, adultos mayores y en personas de alto riesgo que ya padecen de alguna enfermedad.

Las vacunas disponibles en la actualidad son muy eficaces y las personas que las reciben rara vez sufren efectos secundarios.

Si aún no estás vacunado, busca un centro de atención de salud y solicita la vacuna que te corresponde antes que sea demasiado tarde.

Vacuna contra la influenza.

La finalidad principal de la vacunación contra la influenza estacional es evitar los casos graves de gripe y sus complicaciones. En la actualidad, 39 países y territorios de las Américas ofrecen vacunación contra la influenza a grupos de alto riesgo definidos en cada país.

Mitos y verdades sobre la influenza estacional y su vacuna.

1- La influenza es como un resfriado. Falso.

La influenza estacional se caracteriza por el inicio súbito de fiebre, tos (generalmente seca), dolores musculares y articulares, dolor de cabeza y puede presentar complicaciones graves que requieran hospitalización e incluso causar la muerte en personas con alto riesgo. 

2- La influenza puede ser una enfermedad muy grave y mortal. Verdadero.

Hay grupos de la población que tienen más riesgo de sufrir complicaciones por la influenza: embarazadas, niños menores de 5 años, gente mayor y personas con enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades pulmonares y cardíacas; estudios muestran que pacientes hospitalizados con influenza que no han sido vacunados, tienen entre 2 y 5 veces más riesgo de morir que aquellos que han sido previamente vacunados.

3- La vacuna puede causar la infección por influenza. Falso.

Las vacunas contra la influenza se han usado desde hace décadas, son seguras y no causan la influenza. Ninguna de los dos tipos de vacunas existentes —la que se administra con un pinchazo y contiene virus inactivados, o la que se aplica por espray nasal y contiene virus atenuados—, pueden producir la enfermedad. Luego de vacunarse, el cuerpo necesita alrededor de dos semanas para estar protegido, tiempo durante el cual la persona puede contraer la influenza u otros virus respiratorios con síntomas parecidos, y creer erróneamente que contrajo la gripe por la vacuna.

4- Los eventos adversos de la vacuna son graves. Falso.

Como cualquier otra vacuna o medicamento, existen eventos adversos a la vacunación de influenza. Sin embargo, los eventos adversos más frecuentemente relacionados con la vacuna son leves, y se trata principalmente de dolor y enrojecimiento en el sitio de inyección.

5- La vacuna de la influenza no es efectiva. Falso.

La efectividad de la vacuna, es decir, la protección que brinda, suele ser moderada (del 40 al 60%) y varía cada año. Su efectividad también varía según la edad, el estado de salud y si los virus que circulan son similares a aquellos para los que protege la vacuna. La vacunación de las embarazadas es clave para proteger al bebé, dado que la vacuna no se recomienda en niños menores de seis meses.

En la temporada de influenza 2017-18 en Estados Unidos, se estimó que la vacuna evitó 7 millones de casos, 109 000 hospitalizaciones y 8 000 muertes relacionadas con la influenza.

En conclusión, la vacunación es importante a lo largo de toda tu vida porque te protege de muchas infecciones y enfermedades, y la única manera de volverte inmune ante ellas sin padecerlas es vacunándote, así mismo, es un acto de solidaridad porque no solo nos protegemos a nosotros, sino que también, protegemos a los demás. Ningún avance de la medicina ha logrado salvar tantas vidas como las vacunas.